Nuestro ego tiene la capacidad de influirnos en todas las decisiones que tomamos, y en las acciones que determinan nuestro destino. Podemos llegar a ser esclavos de nuestro ego sin darnos cuenta…

Aprender acerca de la relación que mantenemos con él es imprescindible, para tomar conciencia de cómo nos influye, y lo fácil que resulta caer en su dominio.

Aprende a dominar tu ego

¿Cuál es la función de nuestro ego?

Conocer la función que tiene en nuestras vidas nos ayuda a poder identificarlo y responsabilizarnos de él:

El ego no es algo externo a nosotros. Representa a nuestro yo, la identidad con la que nos mostramos ante los demás y ante nosotros mismos. Está constituido por todas nuestras experiencias y aprendizajes, por todos nuestros miedos y heridas sufridas.

Mediante nuestro ego nos defendemos de aquello por lo que hemos sufrido, por lo que hemos sentido angustia y nos ha atormentado. Las humillaciones, los rencores, las desgracias, el maltrato; todo ello se ha quedado grabado en nuestro ego.

El ego se manifiesta en nosotros mediante una constante lucha por tapar las debilidades. Por mantener una apariencia de fortaleza y distanciamiento emocional.

Representa nuestra conducta más infantil, la que no ha aprendido de los errores, la que se ha quedado anclada en el pasado. Nos “protege” en asuntos como: la novedad, la intimidad, el acercamiento, el compromiso y el amor…

¿Cómo nos perjudica en nuestras vidas?

Cuando no tomamos conciencia de que nuestro ego puede haber adquirido el dominio de nuestra conducta, vemos como algo natural el rencor, la vanidad, la violencia, la posesión y la destrucción.

Nuestro ego es el verdadero motivo por el cual sufrimos, al alimentarlo y darle poder para que gobierne nuestras vidas.

Al no responsabilizamos de nuestro ego, actuamos en modo automático, sin tomar conciencia de las consecuencias que conllevan nuestros actos. Nos alejamos de nuestra esencia, de nuestra humanidad.

Acaba siendo inevitable caer en la infelicidad y el sufrimiento.

Cuando somos capaces de dominar a nuestro ego nos liberamos de actitudes que nos generan sufrimiento como:

  • Primero: La necesidad de tener razón.
  • Segundo: Sentirnos ofendidos por creer que los demás nos atacan.
  • Tercero: La necesidad de ganar y triunfar para ser los mejores.
  • Cuarto: La necesidad de sentirnos superiores a los demás.
  • Quinto: Identificarnos con nuestros logros, situando nuestro valor personal en ellos.
  • Sexto: El deseo de la posesión y de tener más.