El Diablo XV

La energía Astral:

El Diablo XV: Eliphas Lévi, fue un ocultista francés, creador de una de las imágenes más conocidas del Diablo XV. Más allá de que difiere de la que podemos ver en el mazo de Tarot, es importante tenerlo en cuenta. Entre las similitudes, una de las más importantes enseñanzas que nos trae El Diablo es la frase “Solve et Coagula”. En la mayoría de los mazos, lo tiene inscripto en sus brazos.

La imagen del Diablo XV:

• Podemos ver que hay tres personajes. Ninguno de ellos es totalmente humano, sino que poseen características de animales.

• Comenzando por el diablo, vemos una figura con alas de murciélago sosteniendo una antorcha. Estas características son totalmente antagónicas a lo que podemos ver en el caso de La Templanza (alas de ángel y en sus manos vasijas transmutando agua). Simbolizan que estos seres se encuentran en la oscuridad. La antorcha no posee la Luz Astral.
• La Frase “Solve et Coagula” proviene de la alquimia y hace alusión a los conceptos de “disolver”/”separar” y “coagular”/”unir”. Nos comunica un proceso que involucra dos energías una superior o otra de las profundidades. También significa que algo debe ser disuelto, destruido para luego construir algo distinto.
• Con respecto al cuerpo de nuestro personaje, observamos que existen cuatro caras distintas. La suya está inmersa en un estado de meditación y a su vez desarrolla una mueca de liberación. Al igual que la cara en su estómago, está sacando la lengua. Esto significa que se muestra tal cual es. No nos engaña sino que se deja ver. Los ojos en todo su cuerpo nos habla que observa todo, para Jodorowsky, ayudan a ver sus miedos.
• Con respecto a los otros dos personajes, vemos que tienen cuernos o ramas como el diablo. Esto significa que se manejan por sus pasiones y los collares con lazos significan que son prisioneros de esos mismos impulsos. Al mismo tiempo, los lazos se conectan con el mismo Diablo, creando así una única figura que posee características de hombre (los genitales) y de mujer (sus pechos).

Frente a nuestro consultante:

Recordemos que toda carta está estrechamente vinculada con las que la acompañen en una tirada. Más allá de esta aclaración, nos comunica acerca del dinero, del deseo de riqueza, de transacciones ocultas. Poseer dinero y objetos es una de las características de este arcano. Aunque no siempre eso nos lleva por buen camino.
Por otro lado, representa energía creativa. Así que es muy positivo para quienes trabajan el talento de la creatividad y la imaginación.
Nos llama a que quebremos nuestra moral, nuestra estructura. Debemos “disolver” las estructuras impuestas para poder “coagular” o construir nuestros propios principios.
En mi caso, cuando aparecía en una tirada me indicaba que había personas envidiosas o celosas a mi alrededor.
También esta carta sirve como llamado de atención para, adicciones de cualquier tipo, problemas sexuales, o patrones que no dejan de repetirse.

Numerología:

Nos encontramos frente al número quince. Se lo relaciona con la luna, la oscuridad, la noche. Nos enseña a enfrentar nuestros temores sobre lo que no podemos ver con claridad, lo que permanece en lo oscuro y oculto.
El quince se divide por tres y nos da como resultado tres veces cinco. Mientras que El Papa es el cinco y nos guía hacia lo celestial, El Diablo, con su número nos indica otro camino.

Para Finalizar:

Tenemos que reconocernos en todo lo que somos. Debemos ver lo claro y lo oscuro, lo que mostramos y lo que no. De esa forma podremos ser conscientes de la realidad de nuestra naturaleza. El ángel caído, portador de la Luz Astral vino para que reconozcamos lo que llevamos dentro, nuestra energía oculta.