El equilibrio divino:

La Templanza XIIII: Luego del cambio, resurgimos hacia una nueva vibración. La Templanza es un ángel que representa ese renacer. Llegamos a alcanzar un espacio de armonía interior. Donde nuestro profundo equilibrio se verá representado por las vasijas de la Templanza, que llevan el agua de un lado al otro.

la templanza

La imagen de la Templanza:

  • No podemos definir el sexo de nuestro personaje, ya que más allá de llamarse “La Templanza” estamos frente a un “Ángel”. Podemos afirmarlo no sólo por sus alas sino también por el color de sus ojos. Entonces estamos frente a un ser divino que puede elevarse en el cielo.
  • Más allá de poseer sus alas, vemos que tiene sus pies sobre el suelo dándonos a entender que ha dominado todas aquellas tentaciones terrenales.
  • En relación a sus prendas podemos observar un vestido azúl y rojo. El mismo contiene cuatro puntas o triángulos y un círculo. Las cuatro puntas nos remiten a la energía de estabilidad del número cuatro. Según Jodorowsky también nos comunican la energía de los cuatro elementos del ser humano y el círculo representa la Esencia.
  • En el caso de las jarras, vemos que el agua pasa de una a la otra. Esto representa un intercambio equilibrado y armonioso. También remite al concepto de la transmutación, ya que las jarras son de colores diferentes, dándonos a entender que poseen distintas energías. El equilibrio de los contrarios es un bien necesario.

Frente a nuestro consultante:

En una consulta esta carta puede representar que el consultante se encuentra en un estado equilibrado y de armonía, tanto consigo mismo como con los seres a su alrededor. La persona se está adaptando a cambios en su entorno de forma positiva.
En posición invertida representa que lo que estuvo equilibrado se encuentra en un estado de desequilibrio. El consultante se encuentra en un estado de desarmonía con otro (puede ser una pareja, un amigo o un familiar). Estamos frente a una persona negativa, influenciable, pesimista o indecisa.

Numerología:

El 14 posee la energía del diez y del cuatro. El diez nos indica un fin de ciclo o comienzo de algo nuevo, junto con el cuatro que representa estabilidad, nos da como resultado: un estado de armonía y estabilidad. Al mismo tiempo, el hecho de establecer cambios significa que debemos aprender a aplicar el desapego.

Para Finalizar:

Nos encontramos frente a un Ángel que nos ofrece equilibrio, armonía y misericordia. Un ser equilibrado que nos brinda la oportunidad de armonizar nuestro interior, nuestras energías internas y externas. Es importante creer en nuestros maestros, en los ángeles, en que existe una energía superior (sea quien sea) que está allí para guiarnos y ayudarnos.