Hacia la batalla terrenal

Una mujer cuya fuerza femenina es la que gobierna al mundo y nos guía hacia el contacto con nuestra intuición, emociones, afectos, sexualidad y energía maternal. Quien mejor que la emperatriz para lograr que cada uno de nosotros se pregunte acerca de su propias capacidades creativas.

Ella es la que nos guía hacia los aspectos más terrenales de nuestra existencia sin olvidar que todo proviene de la espiritualidad que La Papisa nos brinda. Según Jodorowsky es “Violencia creativa de la primavera, despertar cíclico de la naturaleza. Femineidad potente y creadora”.

La imagen de la Emperatriz:

  • Visualmente vemos a una mujer con su cetro, escudo y corona características de su esencia como mujer de la realeza y de un guerrero a punto de entrar en batalla. El cetro es un elemento de poder que nos remite a lo masculino, al igual que su escudo donde se encuentra un grabado del águila macho. La luna en su vestimenta nos habla acerca de la presencia de las enseñanzas de la Papisa.
  • También vemos que sus vestimentas se relacionan con la carta anterior, ya que los colores se encuentran invertidos; un vestido rojo por fuera y azul por dentro.
  • La serpiente blanca a sus pies representa la fecundidad universal.

Frente a nuestro consultante:

Es la impulsora del crecimiento y nuevos descubrimientos, especialmente porque se encuentra en la etapa de la adolescencia donde la formación de nuestro carácter e ideales está en pleno comienzo. Invertida, esta carta, nos pone frente a un consultante con muchas cuestiones e inseguridades en el plano afectivo. Puede que la persona no se sienta apreciada por su pareja o sus pares. Será que es momento de preguntarnos si estamos accionando o comunicándonos como deberíamos o si estamos estáticos sin influenciar ningún tipo de cambio. También existe la posibilidad de que se relacione con una figura maternal que no está influenciando positivamente en el consultante.

Numerología:

El número tres nos indica un carácter de trinidad en múltiples religiones. Esta perfección trinitaria indica que toda existencia posee un comienzo, un nudo y un final. También nos habla de la fuerza de creación, el impulso artístico en todas sus formas. La trinidad se encuentra en la simbología del cetro y el escudo, los cuales nos indican un dominio por sobre tres mundos, el terrenal, espiritual o celestial y el intermedio que representa un equilibrio entre ambos.

Conclusión:

En conclusión, la emperatriz, es una mujer que nos introduce al mundo material sin perder la esencia del mundo espiritual. Vemos aquí una belleza física e intelectual perteneciente a ambos mundos. Su poder de seducción está dado por su belleza e intelectualidad.