Desde la llegada de Internet, las películas y las series nunca se consiguieron mirar de forma tan fácil. Esto hizo que muchos de nosotros los seriéfilos tomáramos como un nuevo hobby mirarlas, todo el tiempo, y en grandes cantidades. Si crees que exagero, fíjate si no te sentís identificado aunque sea con una de éstas cosas:

Nos sabemos el día y horario de estreno de las series que seguimos, más que cualquier otra cosa.

seriefilos

Atentas, y eficaces, no se nos pasa una. Se llama prioridades.

Tenemos una lista de series pendientes.

seriefilos

Ésta nunca se acorta, no, se alarga cada vez más. Los seriéfilos las ordenamos según la necesidad de verlas, y puede que intercalemos una cómica, con una romántica, con una de ciencia ficción, con otra romántica, como para no aburrirnos mirando siempre el mismo género… (Mentira, nunca nos aburrimos).

Realizamos una investigación exhaustiva del cast

seriefilos

Nos gusta un actor, o actriz, (por cómo actúa, por supuesto), y le leemos toda la biografía para ver en qué otras series y películas actuó, y, obviamente, agregarlas a la lista de pendientes.

Programamos maratones.

“¡Miré todos los shows!”

Si vemos que se viene un fin de semana largo (o uno común, sin planes… o con planes… que ya sabemos que vamos a cancelar) compramos cositas ricas para comer; nos acomodamos en la cama, o el sillón; con la compu o la tele; el gato, la pareja, o la amistad seriéfila a nuestro lado, y pactamos que de ahí no nos movemos hasta no terminar aunque sea una temporada.

Llevamos al día varias series.

seriefilos

“Soy capaz de recordar cientos de detalles rápidamente”

Seguir solamente una serie semanal es para débiles, todos podemos llevar el hilo argumental de, aunque sea, un par más. Tres horitas a la semana no se le niega a nadie… obvio que no estamos contando las series que maratoneamos los findes, pero tranquila, la mente humana puede retener mucha información, una seriéfila lo sabe.

Armamos un festín para el final de temporada.

seriefilos

Suponiendo que nuestras dotes sociales siguen vivas, y tenemos amigos que siguen la misma serie que nosotras, nos juntamos, comemos (porque si nos juntamos, hay que comer), y miramos el último capítulo juntos, nos reímos juntos, gritamos juntos, y después, entre cafés, debatimos qué tal nos pareció ese final: si tal debió morir, si tal tendría que haberse casado con tal, y cosas importantes. (Las noches de trabajo no cuentan como tal si el fin de temporada cae un martes. No importa el sueño, se mira igual.)

Sentimos un vacío existencial al terminar una serie.

the-office

No digo todas, con algunas los seriéfilos sentimos alivio. Pero están esas series, que seguimos de hace años (o años que fueron reducidos a un mes comprimido de mirar todos los días varios capítulos… el tiempo es relativo), series donde los seriéfilos nos encariñamos con los personajes, los vimos crecer, sufrimos con ellos, nos reímos con ellos; y un día, termina. Y esos finales, los buenos, los que te dejan satisfecha, son los mejores. Aunque sepas que vas a extrañar mirar todas las semanas un capítulo nuevo, sabés que terminó como tenía que terminar, y fue perfecto.

Remiramos series.

Ni te cuento cuando nos enteramos los seriéfilos que en un mes sale la nueva temporada. Es nuestro deber, como fiel seguidora de una serie, volver a mirar la temporada anterior, rever hechos, recordar personajes nuevos, argumentos, plantearnos teorías de lo que puede llegar a suceder en la próxima, etc.

Recomendamos series diariamente.

seriefilos

“¡¿Cómo que no miraste Breaking Bad?!”, y así empezás a contar lo genial que es tal serie, y que como la no la viste, y que te va a cambiar la vida, y te vas a enganchar, y después tenés que mirar tal otra, en la que actúa tal actor, ese que está casado que ésta otra que actúa en esa serie. ¡¿Cómo que no la viste esta tampoco?!… luego nos preguntamos por qué la gente se va alejando lentamente de nosotros, somos unas incomprendidas.

Odiamos a muerte la gente que hace spoilers.

seriefilos

Si no estás familiarizada con el término, cosa que dudo, porque si mirás alguna serie, seguro alguien, alguna vez, te spoileó. Es decir, te contó algún dato importante de la serie. Suelen estar esas “personas”, que ni bien terminan de mirar el capítulo de estreno, dejan un mensajito en alguna red social, al mejor estilo “-inserte nombre de personaje fallecido- RIP – emoticón triste.”. Acto seguido, una no puede hacer otra cosa que describir a esa persona de una manera para nada linda, explicándole que no spoilear es un código no escrito entre los fans, y que si alguien lo rompe, merece ser llamado nombres (de los feos). Luego, procedemos a eliminar/bloquear a dicho individuo de esa red social, y de nuestras vidas; intentamos olvidar el spoiler, y lagrimeamos nuestra mala suerte.

Si te sentiste identificado con aunque sea una de estas cosas, ya sos un seriéfilo, o vas en camino a serla. Ahora que terminaste de leer la lista, ya podés ir a seguir mirando ese capítulo que no te podés aguantar no ver.