Solo fue un sueño: Y aunque la oscuridad era reina del lugar, la podía ver perfectamente, estaba en una esquina de la barra, bebía una cerveza. De ella resaltaba su pálida piel fosforescente blanca que la hacía acompañar con un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas. Era hermosa y me miraba fijamente a los ojos.

Mi celular no dejaba de sonar, era Ediliana, mi esposa que no me dejaba de llamar. –En la disco no te voy a responder- dije mirando la pantalla del celular. Aquella preciosura árabe, porque para mí era árabe no me dejaba de mirar.

Sueño

Decidí acercarme a ella. Cuando la tuve al frente me di cuenta de sus ojos verdes, verdes como las aceitunas italianas.

-Hola- La música sonaba demasiado alto, el juego de luces hacía que ella luciera aún más hermosa de lo que ya era. Y como si me leyera el pensamiento me respondió –Pensé que nunca te acercarías. Hasta creí que me ignorabas por tu celular, es que tu esposa no te deja en paz- riendo muy frágilmente, mentí –es mi mamá que quiere que la invité a comer. Pero ya que dices saber tanto de mí, por qué no me hablas de ti- Le dije mirando fijamente sus ojos.

Ella me tomó por las palmas de la mano y me llevo a la pista. –Prefiriera bailar que hablar- y en efecto bailamos. Se movía perfectamente. El son de la música electrónica se adecuaba a sus caderas. Hizo sexys movimientos. Se acercó a mi  entre pierna. En ese momento voltio y me vio provocativa mente a los ojos. La besé, ella se dejó, nos unimos en uno solo. Mientras tanto mi celular no paraba de sonar y vibrar.

Al cabo de un rato, ella me dijo, que debíamos mudar la fiesta a su apartamento. Me volvió a tomar por la mano y salimos de la disco. Fuimos a su casa, vivía relativamente cerca.

Llegamos a su casa. –Ponte cómodo- me dijo, mientras ella iba al baño. Al momento salió. Estaba completamente desnuda. Su piel era blanca, muy blanca. Tenía unos medianos senos con pezones rosados, la boca se me hizo completamente agua. Baje más la vista y le vi su vagina. Estaba rasurada y era de un raro color. Estaba realmente suculenta.

Se acercó a mí y comenzó a besarme. – me dijo desnúdate y lo hice- Mientras terminaba de quitarme el pantalón un olor a podrido invadió la estancia. –A qué huele – pregunté y una extraña voz de la nada me respondió –La mía- y aquella hermosa mujer se había transformado en algo tremenda mente horrible, seguía siendo la misma de las piernas para abajo, pero para arriba era una extraña serpiente blanca con brazos. Grite. Intenté correr y cuando estaba en la puerta se movió rápidamente. Me enguñó. Sentí como me tragaba completamente, como los músculos de su boca rompían mis huesos, el ácido gástrico de ella quemaba mi piel. Comencé a quedarme sin aire. –no puedo respirar- Todo se hizo negro.

Sueño

Me desperté completamente sudado. –Ah, no no, por qué- Grité

¿Qué sucede mi amor? Preguntó Ediliana que también se despertó de golpe.

-Solo fue un sueño, vuelve a dormir- Le dije mientras le daba un beso en la frente y le susurraba un “Te amo”. Y luego me dije a mi mismo. –Solo fue un sueño