No decir en la cama

De seguro has escuchado algo como esto, palabras más o palabras menos: “la lengua es castigo del cuerpo”. Hay frases que son vetadas lo que llaman: «no decir en la cama» ya que pueden ser lapidarias para miles de circunstancias y, además, se podría convertir en tu mayor enemigo, sobre todo si estás disfrutando de un momento de intimidad con tu pareja y dices algo fuera de lugar.

Tampoco hay que llegar al extremo opuesto y te vas a quedar callada mientras intimas. Claro, existe un universo de gustos pero, hasta el momento, no he escuchado el caso de algún hombre que le guste que su pareja se mantenga en absoluto silencio mientras tienen sexo.

Mejor regresemos al tema principal y te brindo las 10 frases que matan la pasión al instante. Muchas de ellas, luego de ser pronunciadas, generan un cambio radical en las relaciones.

no decir en la cama

No decir en la cama: Las 10 frases

Nombre equivocado

Esta es una situación que golpea el ego de la persona más segura de la faz de la tierra. ¿Te imaginas estar en el punto exacto del clímax y que tu pareja diga otro nombre? ¿No sabes cuál sería el resultado? Sencillo: arde de nuevo Troya y se desata la Tercera Guerra Mundial.

Previene la situación usando apodos; Bebé, mi amor, mi Thor, mi Ironman y la lista sigue. Como un plus, tener apodos entre las parejas aumenta la confianza y hasta puede darte puntos por creatividad.

¿Te falta mucho para terminar?

Esta es otra frase que echa por el piso todo el deseo sexual que pueda sentir tu pareja. Recuerda que los hombres tienen ritmos distintos a nosotras y que siempre están preocupados por el tiempo que dura su erección. Así que ten consciencia de las dimensiones que representa una frase así para cualquier hombre.

Si te sientes incómoda o ya estás cansada de la posición cambia el enfoque. Toma la iniciativa y de manera sutil y sexy proponle un cambio de ángulo o de profundidad de la penetración. La idea es que ambos disfruten y buena parte de ello depende de mantener una conversación abierta.

¿Lloró el bebé?

Esta puede ser otra frase que extinga un momento de pasión donde, se supone, que ambos se encuentran disfrutando y compartiendo de la intimidad. Claro, no podemos dejar de lado que tener un hijo agrega otras dimensiones a la relación pero no debe convertirse en un motivo para echar por tierra los momentos de pasión.

En esta situación lo que podrías hacer es buscar alternativas que les permitan, a tu pareja y a ti, entregarse por completo a la intimidad. Recuerda que no es cuestión de tiempo, es calidad de la entrega.

Casi pero…no.

Otro gancho a la autoestima masculina. Volvemos al mismo punto, a los hombres les preocupa, en exceso, su rendimiento sexual, por eso cualquier frase que toque ese tema de manera negativa eliminará todo vestigio de pasión. Si te pasa, dale la vuelta y mejor habla de lo pasaste bien, destaca algún momento o alguna posición que te haya gustado.

Creo que deberíamos pintar el techo.

¿Es en serio? ¿Dijiste eso en pleno apogeo? Decir algo así no tiene perdón pues revela tu desconexión total del momento, lo que se traduce en insatisfacción y que no estás concentrada en lo que está pasando. Lo mejor que puedes hacer es entregarte a la pasión cuando realmente lo desees y dejar, definitivamente, esos temas fuera de la cama.

Tengamos un bebé.

Error, otro tema que mata la pasión, sobre todo si lo dices en la mitad del acto. Tener un hijo es una decisión que se debe tomar con tranquilidad, que se debe conversar y llegar a varios acuerdos. No es conveniente mencionarlo cuando tu chico está sobre ti dando su mayor esfuerzo para brindarte placer.

He visto armas de mayor calibre.

Un comentario de este tipo es como una bomba atómica: devasta todo a su paso. Por una parte ofendes a “su mejor amigo” y por la otra tu reputación podría quedar manchada o, tal como lo dice Arjona en una de sus canciones: “Tu reputación son las primeras 6 letras de esa palabra”. Así que ese tema nunca, pero nunca se menciona.

Necesitamos hablar.

Aunque parezcan inofensivas, estas dos palabras desatan terror en cualquiera pues son la antesala a pedir un tiempo o terminar la relación. Cabe la posibilidad de decirlo para hablar de cualquier otro tema pero no lo digas en la cama.

Me estoy haciendo pis.

Esa es otra manera de acabar con la concentración de cualquiera. Vale, es una de las necesidades fisiológicas del cuerpo pero puedes tomar previsiones e ir al baño antes de empezar. Aunque he leído que la combinación entre tener sexo y ganas de orinar puede resultar muy interesante.

¿Estoy gorda?

Esta pregunta atormenta la mente de miles de mujeres pero el peor momento para hacerla es cuando estás en la cama con tu pareja. Mejor siéntete segura de ti misma sin importar la forma de tu figura, lo importante es el momento que están compartiendo.

Como ves son muchas las frases que pueden congelar las llamas de la pasión entre las sábanas así que mejor vive a plenitud tus emociones y deja todo lo que te perturba fuera de la cama.