Valores fundamentales para enseñarle a nuestros niños: Ser padres hoy en día, puede tornarse una tarea difícil. Internet, celulares, aplicaciones múltiples que permiten permanecer por largas horas a nuestros hijos embobados frente a una pantalla. Sin olvidarnos de la televisión, por supuesto, que por falta de bienestar familiar, éste aparato legendario, inculca falta de interés a uno mismo por tratarse de estar observando todo el tiempo las vivencias ajenas, ya sea real o ficción.

Pero cuando hablamos de educación, ¿qué decimos en verdad?, o mejor dicho, ¿qué hacemos nosotros por respaldar la educación real de nuestros hijos?

Los valores, fueron, son y serán la base de cualquier educación bien entendida.

Pero, al decir verdad, somos nosotros, los adultos, quienes no tenemos en claro qué son los valores, y por ende, no obramos con el ejemplo y terminamos no educando, sino más bien, mal educando a nuestros pequeños, quienes crecerán y carecerán de valores elementales para vivir en sociedad, y civilizadamente.

Veamos entonces, aquí, la lista de estos valores necesarios para ser seres humanos acordes a los que creemos ser.

RESPETO.

Sin este valor, no es posible relacionarse. El respeto, significa creer en lo que decimos, pero también poder ser abiertos a las creencias y opiniones ajenas.

HONESTIDAD.

No aprovecharnos de las buenas intenciones de los demás. No quedarnos con lo que no nos corresponde, dejando la conciencia limpia y tranquila siempre.

SOLIDARIDAD.

Enseñar lo bueno y grato de ayudar a quién lo necesite, sin obtener nada a cambio, sólo la paz interior y la felicidad de poder hacer algo por alguien. Ser solidarios es aprender a compartir y esa es la mejor enseñanza que podemos dejarle a nuestros pequeños.

TOLERANCIA.

Quizá nadie lo aplique en este tiempo, o muy pocos, pero es grato sentir que se puede llegar a mantener una conversación pacífica de temas típicos de malos entendidos, como ser, política, religión o fútbol.

GRATITUD.

Ser agradecidos a quienes nos ayudan en momentos duros, dando las gracias por un gesto tan noble como el de estar a nuestro lado cuando todo va mal. O quién nos ofrece un asiento en el bus, pasar primero en la cola del supermercado o levantarnos algo que se nos ha caído al suelo.

AMABILIDAD.

Saludar al entrar o salir de un lugar, es una regla simple de educación, y se nota que los padres no dan el ejemplo en este caso ya que es una situación que lamentablemente se ve cada día más. Dejar pasar a personas mayores, embarazadas, personas con discapacidad y niños pequeños. Demostrar amabilidad cuando nos entregan la cena en un restaurante, dar las gracias con un gesto de cortesía.

DIGNIDAD.

Este valor, va de la mano de la honestidad y el respeto. Ser dignos y juiciosos, no dejarnos vapulear ni menospreciar por otros, salvaguardando nuestro espíritu de libertad y valoración personal.

BONDAD.

Amarse y amar al mundo. Cuidar y respetar a los animales, las plantas, los mayores, aunque no se esté de acuerdo con su opinión. Ser caritativos, tratar de dar buenas dádivas, de tener siempre buen humor, compartiendo lo que tenemos con otros.

RESPONSABILIDAD.

Hacerse cargo de sus acciones, tanto en la escuela como en la familia. Cuidando de sus útiles, sus pertenencias, levantándose a horario para ir a la escuela, hacer la tarea y entregarla en tiempo y forma. Llegar a horario a las citas, y volver al horario pactado. Cuidar bien a las mascotas

HUMILDAD.

Ser agradecidos, tolerantes y bondadosos. Teniendo un gesto de agradecimiento, olvidando los favores realizados, no esperando paga por nuestra ayuda y manteniéndonos abiertos a compartir siempre.

Entender que estos valores son parte imprescindible para la educación de todo ser humano, quizá nos haga autoevaluarnos y ver si, al menos, cumplimos con algunos de esta lista.

Comprender que la educación de nuestros hijos es nuestra responsabilidad, y que de lo que hagamos y digamos ellos tomarán nuestro ejemplo, nos tiene que hacer ver los errores que cometemos a diario, al llevarlos tarde a la escuela, al quedarnos con el diario del vecino, al no devolver el vuelto que nos dan de más, al pedir licencia por enfermedad e irnos de viaje de fin de semana a la playa…

Miremos dentro nuestro y veamos la falla, sea cual fuere, y comencemos a reeducarnos para educar de la mejor manera a nuestros hijos, que a su vez, educarán a sus hijos.

Y así, veremos algún día ese cambio que decimos queremos ver en el mundo.