Mindfulness. Son impactantes estos tiempos veloces que vivimos donde la ansiedad demanda en nuestros cuerpos obtener todo ahora. Donde vivimos del pasado y predecimos el futuro porque, al recibir estímulos constantemente nos hemos olvidado del presente que vivimos.
Sin ser adivino puedo deducir la posición que has elegido para hacer esta lectura. Puede ser que no te sientas cómoda donde estás apoyada o, puede que esa posición sea la única aceptable de tu parte para leer, porque las otras resultan imposibles. Tal vez estés molesta por algo que pasó en el día y necesitas distraerse, pero tu cabeza sigue formulando cosas del día, de ayer o de mañana a la par que lees.
Mindfulness
Seguramente quieres llegar a la cuestión de todo este artículo y evitar la engorrosa introducción que te ofrezco porque el tiempo corre. Incluso, puede que no te des cuenta de si estás respirando correctamente hasta que te lo dije. Todo esto es parte de la atención plena que debería existir de nosotros en el presente. Mindfulness es una enseñanza a concéntranos en el ahora en lugar de dejar que la mente nos controle. Nos muestra una forma de percibir al mundo y a uno mismo. Y además nos enseña como rechazar la incomodidad solo hará que aumente más.
La meditación fue un método que me ha ayudado en momentos duros de estrés en mi vida, pero cuando recibí por primera vez un libro de mindfulness me dirigí hacia otro camino de relajación que aún estoy explorando ya que, el mindfulness no es fácil de realizar pero si simple en su método. El poder del cambio solo está en nosotros y cuando activamos éste, no hay nada que nos pueda parar para lograr la paz con uno mismo. Les voy a mostrar unas prácticas de mindfulness que pueden realizar sencillamente en su casa o afuera, para adentrarse de a poco en esta conciencia plena de uno en el presente.
En tu casa:
Viví la experiencia:
Un ejercicio para practicar la atención plena en el presente es prepararnos algo de comer, lo que sea, incluso tu plato favorito. Nos enfocaremos en la preparación a través de los 5 sentidos: Vista, tacto, olfato, oído y gusto ya que de aquí saldrá lo que necesitamos para estar en el presente de la acción. Desde la vista, vamos a explorar todo de cada ingrediente, los vamos a ver con sus imperfecciones en distintos ángulos de luz, sus colores, sus formas y tamaños. Con el tacto, cerrando los ojos vamos a explorar las imperfecciones más a fondo, sus pesos y sus texturas apreciando cada sensación por separado.
El olfato
y continuando con los ojos cerrados, vamos a olerlos a cada uno. El olfato es de despertar recuerdos, hay que tener la atención plena de lo que está pasando en tu mente al oler estos ingredientes. Aquí podemos empezar a cocinar sin olvidar de estar presente en cada acción.
El oído
nos dará todos los sonidos que ocurren en la preparación, no los etiquetes, solo recíbelos y vive la experiencia de este presente. Escucha tu respiración, tus emociones, todo lo que sientas en el presente mientras realizas esta acción.
Finalmente con el gusto, dá un pequeño mordisco a la comida poniendo atención plena en tus papilas gustativas y saborea la combinación. Mastiqua de a poco hasta que sientas que lo puedes digerir. Apreciarás lo maravilloso que es estar comiendo en el momento presente sin estar pendiente de otras situaciones.
En el afuera:
Viajes y colas de espera:
¿Existe la pérdida de tiempo?, algunos piensan que si cuando se trata de perder el tiempo viajando de un punto a otro, o esperando en la cola de un banco o mercado. Pero utilizando los sentidos como en el ejercicio anterior podemos:
- Observar lo que hay a tu alrededor, cada color, cada forma. Expresiones de la gente que ve y sus posturas.
- Observar tu postura y todo tu cuerpo. Si estás parado o sentado, y si eso le produce tensiones, recibir la incomodidad. Si aceptamos la incomodidad, disminuirá la tensión inmediatamente. Soltar los brazos, contraer los glúteos y flexionar un poco las rodillas mejorará tu zona lumbar. Controlar tu cuerpo en el momento lo hará sentir menos cansado.
- Prestar atención a tu respiración
- Utilizar el tacto para sentir tus pies en el suelo, tocar tu ropa, o si tienes tu cartera, tocar los objetos que hay dentro. Renovar el contacto en el momento presente es importante.
Todas las situaciones que se viven como poco estimulantes, a través de los sentidos pueden convertirse en tiempo para llenarse de experiencia del presente.
Trata de vivir el momento presente y disfrutarlo. Si quieres plantearte el gran desafío de elegir el arte de la paz con uno mismo, este es el camino que debes elegir para conectarse más con tu cuerpo y lo que ocurre a tu alrededor.
