La torta húmeda de zanahoria es una de mis preferidas por el color, el sabor y la textura. Sin embargo, ¿a quién no le de pereza rallar zanahorias? Es un verdadero bodrio.
Esta receta la adopté como favorita porque nos evita ese paso y queda espectacular.
Ojalá les guste, ¿me cuentan si la hicieron?
Tips:
siempre se puede reemplazar el azúcar blanca por mascabo u orgánica y la harina blanca por integral, ¡queda riquísima!
Ingredientes
- 3 zanahorias
- 1 taza de azúcar
- 4 huevos
- 1 taza de aceite neutro (girasol o maíz)
- 2 tazas de harina leudante (o harina común + polvo para hornear)
- Opcional: pasas, nueces, coco rallado
Para el frosting de queso:
- 50g. de mantequilla.
- 50g. de azúcar impalpable (azúcar glass).
- 100g. de queso crema tipo filadelfia.
- 1 cdita. de esencia de vainilla.
Procedimiento:
- Colocar en la licuadora el azúcar, las zanahorias, los 4 huevos y el aceite neutro. Licuar hasta que las zanahorias estén completamente trituradas y todo muy bien integrado.
- Pasar esta mezcla a un bol y agregar las dos tazas de harina, tamizadas. Mezclar con una espátula hasta que no quede ningún grumo. En este momento agregamos los extras, si le queremos poner coco rallado (una o 2 cdas.), pasas de uva y/o nueces.
- Colocar todo en un y llevar a horno precalentado a 180º por 40-45 minutos.
- Retirar y dejar enfriar antes de desmoldar.
- Para el frosting de queso: batir la manteca a temperatura ambiente con el azúcar y luego agregar el queso bien frío. Seguir batiendo hasta que quede bien cremoso.
- Cubrir la torta con el frosting. Es importante que la torta no esté para nada tibia ya que el frosting lleva manteca y si no se va a derretir.
¡Listo! Ya está tu torta húmeda de zanahoria y sin rallar una sola.