La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el tubo que conecta la boca y el estómago (esófago). El reflujo ácido puede irritar el revestimiento del esófago.

Muchas personas tienen reflujo ácido periódicamente. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un reflujo ácido suave que ocurre al menos dos veces por semana, o un reflujo ácido de moderado a grave que ocurre al menos una vez por semana.

Reflujo gastroesofágico

En la mayoría de los casos, se puede controlar el malestar que produce la enfermedad por reflujo gastroesofágico con cambios en el estilo de vida o medicamentos de venta libre. Sin embargo, algunas personas que tienen esta enfermedad pueden necesitar medicamentos más fuertes o cirugía para aliviar los síntomas.

Síntomas

Algunos de los signos y síntomas más comunes de la enfermedad por reflujo gastroesofágico son los siguientes:

  • Una sensación de ardor en el pecho (acidez estomacal), que suele darse después de comer y que puede ser peor a la noche
  • Dolor en el pecho
  • Dificultad para tragar
  • Regurgitación de alimentos o de líquidos agrios
  • Sensación de tener un nudo en la garganta

Si tienes reflujo gastroesofágico durante la noche, también podrías tener:

  • Tos crónica
  • Laringitis
  • Problemas de asma por primera vez o asma que se agrava
  • Trastornos del sueño

Cuándo debes consultar a un médico

Busca atención médica inmediata si tienes dolor en el pecho, especialmente si también tienes falta de aire o dolor en el hueso maxilar o el brazo. Es posible que sean signos y síntomas de un ataque cardíaco.

Solicita una cita con tu médico en los siguientes casos:

  • Tienes síntomas graves o frecuentes de la enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • Tomas medicamentos de venta libre para la acidez estomacal más de dos veces por semana

Causas

Existen factores dietéticos o formas de vida que pueden contribuir al reflujo gastroesofágico.

El chocolate, la pimienta o especias, la menta, las grasas, el café y las bebidas alcohólicas favorecen la relajación del esfínter esofágico inferior y, por lo tanto, el reflujo. También el tabaco produce relajación del esfínter.

La existencia de una hernia de hiato favorece el reflujo gastroesofágico, aunque no es su única causa.

Todas aquellas situaciones que supongan un aumento de la presión intra-abdominal (obesidad, embarazo, determinados tipos de ejercicio físico) favorecen también el reflujo.

Diagnóstico

El médico puede diagnosticar la enfermedad por reflujo gastroesofágico a partir de una exploración física y de los signos y los síntomas que tienes.

Para confirmar el diagnóstico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico o para ver si hay complicaciones, el médico podría pedirte que te hagas alguna de las siguientes pruebas:

  • Endoscopia superior. El médico introduce un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara (endoscopio) por la garganta para ver el interior del esófago y del estómago. Los resultados de las pruebas suelen ser normales cuando hay reflujo, pero la endoscopia puede detectar si hay una inflamación en el esófago (esofagitis) o si hay otras complicaciones. También se puede realizar una endoscopia para tomar una muestra de tejido (biopsia) que luego se analizará para ver si hay complicaciones, como el síndrome de Barrett.
  • Prueba ambulatoria con sonda para medir la presencia de ácido (pH). Se coloca un dispositivo en el esófago para identificar cuándo y durante cuánto tiempo el ácido estomacal regurgita allí. El dispositivo se conecta a una pequeña computadora que se coloca alrededor de la cintura o que se sujeta con una correa sobre el hombro. El dispositivo puede ser una sonda delgada y flexible (catéter) que se introduce por la nariz y va hasta el esófago, o una pinza que se coloca en el esófago durante la endoscopia y que el organismo elimina con las heces después de unos dos días.
  • Manometría esofágica. Esta prueba mide las contracciones musculares rítmicas del esófago al tragar. La manometría esofágica también mide la coordinación y la fuerza que ejercen los músculos del esófago.
  • Radiografía del aparato digestivo superior. Para estos rayos X, el paciente debe beber un líquido blanquecino que recubre la mucosa interna del tubo digestivo. El líquido le permite al médico ver la silueta del esófago, del estómago y del intestino delgado. También podrían pedirte que tomes una pastilla de bario. Esto permite determinar si se produjo un estrechamiento del esófago, lo cual puede interferir en la deglución.

Tratamiento

Es probable que el médico recomiende que primero intentes con modificaciones en el estilo de vida y medicamentos de venta libre. Si no sientes alivio dentro de unas semanas, tu médico puede recomendarte medicamentos con receta o cirugía.

Medicamentos de venta libre

Algunas de las opciones son:

  • Antiácidos que neutralizan el ácido estomacal. Los antiácidos, como Mylanta, Rolaids, y Tums, pueden brindar un alivio rápido. Sin embargo, los antiácidos solos no curan un esófago inflamado y lesionado por el ácido del estómago. El consumo excesivo de algunos antiácidos puede provocar efectos secundarios, como diarrea o a veces problemas renales.
  • Medicamentos para disminuir la producción de ácido. Estos medicamentos, conocidos como bloqueadores de receptores H2, incluyen cimetidina (Tagamet HB), famotidina (Pepcid AC), y nizatidina (Axid AR). Los bloqueadores de los receptores H2 no actúan tan rápido como los antiácidos, pero ofrecen un alivio más prolongado y pueden disminuir la producción de ácido en el estómago durante un máximo de doce horas. Los versiones más potentes se venden bajo receta médica.
  • Medicamentos que bloquean la producción de ácido y curan el esófago. Estos medicamentos, conocidos como inhibidores de la bomba de protones, son bloqueadores de ácido más fuertes que los bloqueadores de receptores H2 y le dan tiempo al tejido dañado del esófago para que se cure. Los inhibidores de la bomba de protones de venta libre incluyen el lansoprazol (Prevacid 24 HR) y el omeprazol (Prilosec sin receta, Zegerid sin receta)

Remedios caseros y naturales para el reflujo gastroesofágico

Té de jengibre 

Debido a su contenido en compuestos fenólicos, el jengibre es una buena opción para aliviar la irritación gástrica, disminuyendo las posibilidades de que el ácido suba por el esófago. Sin embargo, son necesarios más estudios que comprueben este efecto.

Para disfrutar de todos sus beneficios se pueden agregar de 4 a 5 rodajas o 2 cucharadas de jengibre rallado en 1 litro de agua fría, debiendo tomarse a lo largo del día.

Té de manzanilla 

La manzanilla es una planta natural que posee propiedades calmantes que ayudan a tratar los problemas estomacales, a controlar la mala digestión y tratar de las úlceras estomacales. 

Reflujo gastroesofágico

Para disfrutar de sus propiedades se puede preparar un té de manzanilla 2 a 3 veces por día, e inclusive se puede preparar una infusión con otras plantas con propiedades antiinflamatorias y calmantes como las semillas de anís, el malvavisco o la milenrama.