En esta oportunidad te traemos todo lo que necesitas saber sobre los patos mandarines. Siguenos leyendo.

El pato mandarín (Aix galericulata). Es una especie de ave anseriforme de vivos colores de la familia Anatidae oriunda de China, Japón y Siberia. Que ha sido introducida en diversos puntos de Europa y que es muy apreciada por su belleza. Por lo que se la tiene en numerosos parques de todo el mundo.

En la cultura china los patos mandarines son muy apreciados,  porque  representa la unión duradera de la pareja, a diferencia de otras especies de patos, éstos se unen con un par para toda la vida. El plumaje del pato mandarín macho y hembra son muy diferentes esto hace que en el cantonés coloquial para significar pareja extraña o par distinto, o simplemente macho y hembra los nombren el yuan-yang.

Los patos mandarines son considerados un símbolo del afecto conyugal,  fidelidad,  compromiso y el amor. Existe un viejo proverbio oriental que al referirse a dos enamorados dice: “son como dos patos mandarines jugando en el agua”. También llamados los patos del matrimonio y casamiento. Pueden regalarse como presente en los matrimonios a los novios e invitados  para simbolizar la fidelidad, la prosperidad de la unión y el amor para siempre.

En Asia, los patos mandarines son considerados animales portadores de buena fortuna, amor y unión; es tal así, que en países como China y Japón, existe la tendencia de regalar una pareja de estos patos como regalo principal en las bodas, junto con un lingote y guaje de la prosperidad.

Dentro del Feng Shui se sugiere que éstos se coloquen en el SO de un espacio, y formar un altar con los protectores de acuerdo a las características principales de la pareja que busca armonizar aún más su relación con estos hermosos activadores.

¿Cómo se deben colocar?

Cuenta la leyenda que si están solos mueren  de tristeza. Siempre ambos patos deben mirar hacia el mismo lado y estar siempre juntos, cuida el espacio donde lo vas a colocar debe ser limpio y fresco en dirección  al suroeste de algún área el hogar.

¿Qué tipo de patos mandarines deben ser?

Puede usar una imagen, como una foto o una pintura, o elegir pequeñas estatuas de patos mandarín como una cura de amor de feng shui.

Puede encontrar pequeñas estatuas de patos mandarines en diferentes materiales, desde cristales de plomo facetados hasta figuritas de cuarzo rosa , latón o jade . Debido a que el cuarzo rosa tiene una energía de amor curativa, un par de patos de mandarina hechos de cristal de cuarzo rosa pueden aportar energía adicional a tu cura de amor de feng shui .

Amuleto para el matrimonio

La pareja de  patitos mandarines son un amuleto para fortalecer el amor y como símbolo de bendición en el matrimonio además crean una vibra de romanticismo, amor  perdurable hacia el cónyuge, fidelidad y deben estar colocados en la alcoba matrimonial.

Para encontrar pareja

Cuando estas por comprometerte o estás buscando pareja, usa los patos mandarines para potenciar la zona de las relaciones en tu dormitorio, ya que éste es nuestro más íntimo y sagrado espacio dentro del hogar.

Encontrar el amor verdadero

Si eres una persona soltera colocar los patitos mirándose el uno al otro  con un lazo rojo sobre el cuello de ambos atraerá el amor verdadero y  colocarlos  siempre en  pareja, nunca un solo pato, o más de una pareja, ya que esto atraería infidelidad o separación de los cónyuges. También se pueden colocar en la mesa de noche mejor si están al frente de una fotografía de la pareja a la que vienen a simbolizar.

Claro que hay amuletos chinos y su significado es tan potente como el del pato mandarín. Pero también hay amuletos y talismanes muy sencillos de preparar en tu hogar y sin la necesidad de gastar mucho dinero, como los siguientes.

Patos mandarines

Magia con clavo de olor. Esta hierba aromática tiene propiedades mágicas. Protege en el amor, también ayuda a encontrarlo, colabora en la decisión de cuestiones importantes y además fortalece la mente.

Amuleto de ruda. Es una planta muy popular en el mundo esotérico, ayuda en el amor, la suerte, el trabajo y también el dinero ¿Qué más puedes pedir?

Hechizo para retornos. Si esa persona que amas se fue de tu lado y quieres recuperarla quizás debas probar con un hechizo con miel, una foto de tu amor y una vela roja. Te aseguro que lo lograrás.

Historia de amor sobre los patos mandarines

Había una vez un halconero y cazador que vivía en Tamura-no-Go en la provincia de Matsu. Una mañana, Sonjo, pues este era su nombre, marchó a cazar, pero aquel día no pudo encontrar nada. Cuando regresaba a casa, y para su sorpresa, vio una pareja de patos mandarines, oshidori. La pareja, ajena a lo que se les venía encima, disfrutaba de las aguas tranquilas de Akanuma.

Sonjo sabía que matar oshidori no traía buena suerte, pero como el hambre era más fuerte que su cabeza, tomó una de sus flechas y mató al macho. Su compañera tuvo más suerte y pudo escapar entre los juncos de la orilla. Sonjo cogió al macho, ya muerto, y se lo llevó a casa para cocinarlo.

Después de cenar, el cazador se retiró a dormir, pero aquella noche no iba a ser como las otras. Sonjo empezó a tener un sueño muy extraño. Soñaba que una hermosa mujer entraba en su habitación, se colocaba al lado de su almohada y empezaba a llorar.

Era un lloro tan triste que el hombre sentía que su corazón se partía. Aquella mujer, en sus lloros, le decía: “Por qué!, –¡Oh! ¿Por qué lo mataste? – ¿De qué era culpable? En Akanuma nosotros éramos tan felices juntos, – y ¡tú lo mataste! ¿Qué daño te había hecho? También me has matado a mí porque ¡no viviré sin mi marido! Así, y con un lloro aún más desgarrador, continuó diciéndole: “sólo he venido a decirte que

Hi kurureba

Sasoeshi mono wo —

Akanuma no

Makomo no kure no

Hitori-ne zo uki!”

Al principio del ocaso le invité a que regresara conmigo.

Ahora dormir sola en las sombras de los juncos de Akanuma

–¡Ah! ¡Qué miseria tan atroz!”

Y después de haber pronunciado estos versos, exclamó: – ¡Ah, tú no sabes – tú no puedes saber lo que has hecho! Pero mañana, cuando vayas a Akanuma, verás, – tú verás…” Sin más, aunque con un lloro muy profundo, se marchó.

A la mañana siguiente, cuando Sonjo se despertó, el sueño era tan vívido en su mente que le producía inquietud. Recordaba las palabras: – “Pero mañana, cuando vayas a Akanuma, verás, – tú verás.” Decidido a resolver el misterio, se fue a Akanuma. Deseaba saber si su sueño era algo más que un simple sueño.

Cuando llegó a Akanuma, Sonjo vio a una hembra de oshidori nadando sola que tan pronto como se percató de la presencia del hombre, en vez de intentar huir, nadó hacia él mirándole directamente de forma extraña. Entonces, y de repente, con su pico empezó a rasgarse su propio cuerpo para morir ante los ojos del cazador…

Sonjo se rapó su cabeza, y se hizo sacerdote.