El mal de ojo es una creencia popular​ supersticiosa ​que está extendida en muchas civilizaciones según la cual, una persona tiene la capacidad de producir daño. Desgracias, enfermedades e incluso llegar a provocar la muerte a otra solo con mirarla. Esta contraparte afectada se dice que «está ojeada, que le echaron mal de ojo, o el ojo encima».

Durante la antigüedad se pensaba que las brujas eran quienes lo usaban para hacer caer enfermas a sus víctimas. Y que así perdieran el amor o llegaran a dejarlas en ruinas.

Muchos lo ven sólo como una creencia. Pero el mal de ojo, fue reconocido como enfermedad desde la Edad Media. Y se explicaba en términos de la teoría humoral, que ve la salud como un equilibrio entre 4 humores. Que constituyen el cuerpo: sangre, flemas, bilis amarilla y bilis negra. Siendo una prevalente en cada persona, determinando su temperamento o complexión.

Tipos

Inconsciente: Es el provocado de forma inconsciente por el agresor, es decir, cuando piensa en alguien y lo juzga. También entrarían en esta categoría las personas que sienten una envidia profunda e incontrolable.

Semiconsciente: Es el mal de ojo provocado por aquellos que miran mal y desean la desgracia de los demás juzgándolos dura e injustamente. Se ponen en la categoría de semiconscientes puesto que son producidos por personas que no saben que el poder mental existe y no se dan cuenta que están perjudicando a otra persona.

Consciente: Estos pueden ser muy peligrosos porque la persona que los produce sabe lo que hace.

¿Cómo saber si una persona tiene mal de ojo?

Síntomas en bebes

Mal de ojo

En los bebes el mal de ojo se manifiesta como malestar, el cual incluye agitación, cansancio, insomnio y llanto sin motivo. Que incluso puede acompañarse de problemas físicos que no son comunes en el bebé y generalmente ocurre después de haber estado en contacto con alguien de “energía fuerte” o incluso mucha gente, lo cual también se conoce como engentamiento.

Síntomas en niños

Algunos de los síntomas más comunes que se presentan en los niños que están ojeados son:

Defensas bajas

Múltiples alergias sin explicación

Llanto constante

Diarrea

Vómito frecuente

Falta de apetito

Patrón de sueño alterado

Cólicos

Infecciones

Síntomas en adultos

El mal de ojo en adultos se puede manifestar, como: problemas psíquicos del entorno y hasta físico. La persona afectada por él, puede sufrir de depresión, desánimo, falta de motivación etc.

Generando efectos negativos en la vida diaria del individuo, tanto en su entorno laboral o romántico. Las personas afectadas, típicamente ven que sus metas, proyectos o estado emocional, decaen bruscamente y sin razón aparente.

Mientras por otra parte, algunos malestares físicos que puede experimentar son:

Dolores fuertes de cabeza, sobre todo alrededor de los ojos.

Dolores de estómago o musculares, sin causa alguna.

Cambios bruscos de temperatura.

Repentina sudoración corporal.

Comezón inexplicable en alguna parte del cuerpo.

Párpados caídos.

Calambres.

Convulsiones.

Hipo.

Presión en el pecho.

Náuseas.

Pérdida de apetito.

¿Cómo quitarlo?

Ritual con huevo

Acuesta al bebé boca abajo y pásalo por todo su cuerpo de cabeza a pies y mientras lo haces, reza un Padre nuestro o la oración de tu preferencia.

Sostén el huevo en su cabeza durante algunos segundos, coloca al bebé boca arriba y repite el procedimiento. Rompe el huevo en un vaso con agua y déjalo durante 3 noches debajo de la cama donde duerme el bebé. En la cuarta noche tira el huevo en el inodoro para deshacer el maleficio.

Baños de sal marina

Algunas de las personas que curan al mal de ojo recurren a este remedio casero para alejar las malas energías y atraer la buena suerte. La manera más efectiva sería darse un baño de agua con sal marina, colocando unas cucharadas de sal en agua tibia y, antes de salir del baño, “limpiarse” con eso.

Los curanderos utilizan como tratamiento el sahumerio y los baños de poleo, paico y yerbabuena, después de rezar ciertas oraciones secretas. Además, recomiendan al enfermo beber agua de arroz tostado y suero.

Otro aspecto muy importante es trabajar de forma constante para fortalecer nuestro espíritu y energía, consiguiendo de este modo evitar que las energías negativas de otras personas nos afecten.

En este aspecto es muy importante estar en contacto con nosotros mismos, con la espiritualidad y sentirnos a gusto con nuestras acciones y vida. La felicidad y las buenas energías son capaces de combatir cualquier tipo de mal ojo.

Además, puedes llevar a cabo prácticas para aumentar tu energía positiva y enfrentarte en plena forma a tu día a día. El reiki, el yoga o la meditación son excelentes alternativas que puedes contemplar. Del mismo modo, se recomienda trabajar el pensamiento positivo para beneficiar nuestra salud y hacer más llevadero el día a día.

Amuletos contra el mal de ojo

Muchos aseguran que el ojo turco -el tradicional ojo azul de cristal- es el talismán más efectivo para protegerse de todo lo malo. Tanto para cuidar los hogares (ubicados en la entrada) como a las personas (en anillos, collares o en bolsos), su misión en anular la energía negativa ya que la «absorben».

Otra imagen muy utilizada -y, dicen, muy efectiva- es la Mano de Fátima (o Hamsa). Símbolo sagrado tanto para el Islam como para el Judaísmo, tiene la forma de una mano simétrica que, tal como indica su propio diseño, tiene la capacidad de frenar la envidia.

Potente en su rol protector, el Ojo de Horus egipcio también es considerado uno de los talismanes anti-envidia más reconocidos.

Sal y ajo: En un plato, coloca sal y 3 cabezas de ajo; déjalo en la puerta de tu hogar.

Colocar una cinta o hilo de color rojo alrededor de la muñeca de la mano derecha o el pie derecho a un niño recién nacido o de meses. Es importante que la cinta no apriete al bebé.

Un objeto de color rojo: consigue llevar siempre el color rojo contigo, ya sea en un collar, una pulsera o cualquier objeto que desees. Esto hará que estés siempre estés protegido y alejado de la envidia.