Los ácaros:

Los ácaros son unos insectos de la familia de los arácnidos que no son visibles a simple vista y que viven en el polvo y se encuentran habitualmente en todo tipo de tejidos, como la ropa de cama, los colchones y almohadas, las alfombras.

Los colchones de las camas constituyen su refugio ideal y suelen crecer en número en épocas de altas temperaturas y lugares con niveles de humedad elevados.

Pero lo más relevante de estos insectos microscópicos es que actúan como alérgenos y ocasionan alergia en una parte importante de la población, lo que define la necesidad de eliminarlos del hogar realizando una concienzuda limpieza que persiga su eliminación.

Los ácaros: Picaduras

Hay muchas clases de picaduras de ácaros. Las niguas o ácaros de la cosecha probablemente son los más comunes. Son larvas de ácaros ubicuos, excepto en regiones áridas; muerden, se alimentan en la piel y luego se desprenden.

No excavan en la piel, pero como son pequeñas no resultan fácilmente apreciadas sobre la superficie de la piel.

Las especies de ácaros que pican y penetran en la piel incluyen el Sarcoptes scabiei, que produce la sarna o escabiosis, y los ácaros Demodex, que causan una dermatitis similar a la sarna.

La dermatitis es causada por los ácaros que a veces pican a humanos pero que ordinariamente son ectoparásitos de pájaros, roedores o mascotas y por ácaros asociados con materiales de las plantas o los alimentos almacenados.

Los ácaros de los pájaros pueden picar a las personas que manejan pollos vivos o pájaros como mascotas, o que tienen nidos de aves en sus casas.

Los d ácaros de los roedores, de los gatos, los perros (especialmente los cachorros) y los conejos pueden picar a las personas.

Los de los puercos (S. scabiei var suis), de granjas o mascotas, también pueden picar a los seres humanos.

El ácaro del prurito de la paja (Pyemotes tritici) se asocia a menudo con semillas, paja, heno y otros materiales de las plantas; es un parásito de cuerpo blando que se encuentra presente en esos materiales.

Estos ácaros a menudo pican a las personas que manipulan los ítems contaminados. Las personas que trabajan en graneros, quienes manejan semillas de césped o de heno y quienes hacen arreglos de plantas secas están en riesgo más elevado.

La dermatits alérgica, o prurito del tendero es causada por varias especies de ácaros asociados con granos almacenados, queso y otros alimentos. Estos ácaros no pican, sino que causan una dermatitis alérgica porque las personas se sensibilizan a sus alérgenos o a sus productos de desecho.

Los ácaros del polvo en las casas no muerden, sino que se alimentan de las células de la piel descamadas sobre las almohadas o los colchones y sobre el suelo (especialmente las alfombras). Son importantes porque muchas personas desarrollan hipersensibilidad pulmonar a los alérgenos presentes en el exoesqueleto y las heces de estos ácaros.

Síntomas

¿Que provocan los ácaros?

Los síntomas que causan los ácaros de polvo son la comezón, tos, fiebre del heno, el escurrimiento nasal, los ojos llorosos, pulmones congestionados, estornudos, y hasta problemas respiratorios y dérmicos en pieles sensibles.

Recomendaciones para eliminarlos

Limpiar el polvo

Deberá hacerse sin levantarlo, utilizando un paño húmedo para evitar que tanto el polvo como los ácaros pasen el aire y queden en suspensión. Se recomienda, además, utilizar el aspirador en lugar de barrer y, si en casa hay algún alérgico a los ácaros, este deberá tener un filtro especial.

Lavar muy bien las sábanas

Hay que cambiar las sábanas al menos una vez a la semana. En cuanto al lavado, lo cómodo, no cabe duda, es hacerlo en frío. Sin embargo, de hacerse así, buena parte de los ácaros y sus crías se mantendrían en ellas y con vida. Lo ideal es lavarlas con un programa de 60oC.

Ventilar la casa

Hay que hacerlo diariamente, poniendo especial énfasis en los dormitorios, ya que los ácaros tienen una especial predilección por los colchones y las almohadas. Se deben mantener las ventanas abiertas durante al menos media hora para que el aire se pueda renovar completamente.

Colchones y almohadas

Los colchones deben ser sacudidos y tallados con jabón semanalmente. Dependiendo de la antigüedad del colchón, éstos pueden albergar hasta más de 100 mil ácaros.

Purificar el aire

Reducir la humedad de la casa puede ayudar a disminuir la presencia de microorganismos en casa. Por eso, la recomendación de los expertos es que nunca sobrepase el 50 por ciento. Para ello, podemos recurrir a distintos aparatos: el deshumidificador es un buen recurso, además del aire acondicionado.

Utiliza protectores de colchón y almohada

Colocar un protector de colchón también te ayudará a controlar el número de ácaros. El protector de colchón sirve de barrera extra entre tu cuerpo y el colchón, haciendo que la humedad, el calor corporal y los fluidos pasen en menor medida al colchón.

Además, las fundas y protectores se pueden colocar y lavar con mucha facilidad, eliminado los ácaros que queden en ellos. En el mercado existen gran cantidad de protectores para colchones y fundas de almohadas hipoalergénicas y con tratamiento anti-ácaros que pueden ser de gran ayuda.

Bicarbonato

El bicarbonato puede ser tu aliado para deshacerte de los ácaros en tu colchón. Para limpiarlo, tan solo tienes que espolvorear bicarbonato mezclado con unas gotas de aceites esenciales por todo el colchón descubierto. Puedes escoger cualquier aceite esencial, de canela, romero, lavanda, etc.

Los ácaros

Deja reposar esta mezcla de bicarbonato sobre el colchón durante una o dos horas. Si en el colchón hay alguna mancha, incide echando un poco más de bicarbonato en esa zona.

Pasar la aspiradora

Una vez que hayas dejado actuar la mezcla, pasa la aspiradora eliminado el exceso de bicarbonato. De esta manera los ácaros se irán con el aspirado. Si la aspiradora tiene un filtro de alta captación (HEPA) el resultado será mucho mejor.

Repite todo el proceso por la otra cara del colchón. Puedes pasar únicamente el aspirador con cierta frecuencia, cada vez que cambies las sábanas y las fundas una vez a la semana.