La alergia nerviosa
La alergia nerviosa: El estrés puede afectar la vida más de lo que se piensa, sobre todo cuando está presente de forma constante e intensa. Y existen varios factores que pueden causarlo: el fin de una relación amorosa, la perdida de un ser querido o una extrema presión en el trabajo son tan sólo algunos ejemplos.
Estas y otras situaciones pueden generar altos niveles de estrés y ansiedad, lo que a su vez puede llegar a genera síntomas físicos que pueden pasarse por altos o asociarse a otras causas, aún cuando no existan otros detonantes.
¿Qué es la alergia nerviosa?
Cuando el estrés alcanza niveles extremos, puede desencadenar una reacción del sistema inmunológico que causa alergia en la piel. Los principales síntomas son erupciones cutáneas, hinchazón, picazón, irritación, ardor y enrojecimiento.
Una crisis alérgica con un trasfondo nervioso puede incluso derivar en un shock anafiláctico, si no se trata a tiempo. Ésta es una reacción severa que compromete a todo el cuerpo y que puede tener consecuencias graves.
El principal problema es identificarlo, pero el médico suele sospechar de esta condición cuando los exámenes no apuntan a una causa física para la caída de la inmunidad y si el paciente está pasando por dificultades emocionales. Así, puede ofrecer una solución.
Síntomas
- Brote alérgico en la piel que ocasiona comezón, con marcas similares a pequeñas picaduras de insectos.
- La alergia suele aparecer en zonas como las piernas, detrás de las rodillas, las manos, los codos o el cuello.
- La picazón se agudiza en momentos de máxima tensión tornándose casi insoportable.
- Durante las noches se puede sentir más comezón.
Normalmente los pacientes que padecen alergia nerviosa están sometidos a mucha tensión ya sea en el plano laboral, familiar o personal, algo que les ocasiona las ronchas por estrés. Se trata de personas que además pueden presentar otras condiciones vinculadas al manejo de las emociones y la tensión como por ejemplo problemas digestivos, cuadros de ansiedad, contracturas musculares por el estrés e incluso trastornos del sueño causados por la tensión.
Todos estos aspectos psicológicos deben evaluarse en la consulta antes de llegar a un diagnóstico, sin embargo actuar rápido y atender esta condición es importante para evitar que las lesiones se infecten debido al rascado constante.
Tratamiento
Ante una picazón en la piel lo mejor es acudir al dermatólogo para establecer el tratamiento adecuado. Normalmente, son los antihistamínicos los medicamentos que se emplean para el tratamiento de las alergias y la hipersensibilidad, acompañado de cremas, lociones… ahora bien cuando sale por estrés entonces tendremos que aprender a controlar este estado de nerviosismo.
La relajación, la meditación y la ayuda de profesionales son las mejores terapias para que el estrés se aleje de nuestras vidas. Y también se recomienda hacer deporte, pues nos alivia de tensiones y adquirimos bienestar. Es bueno hacer caminatas, correr y nadar, pues puede quitarnos el estrés y las consecuencias que él comporta como la urticaria nerviosa.
La figura del dermatólogo junto al psicólogo son esenciales para tratar este problema. Es decir que el tratamiento pasa porque ambos hagan un trabajo conjunto para establecer el tratamiento.
Remedios caseros
Frío:
Si te pica mucho y tienes la piel muy roja, el agua fría o los cubitos de hielo (envueltos en papel o tela) son remedios rápidos y eficaces. Las compresas frías, sea cual sea su formato, harán que los vasos sanguíneos se reduzcan y bloqueen la liberación de histamina, que es lo que provoca el ardor y la irritación.
Bicarbonato:
El bicarbonato de sodio es un excelente ingrediente para diversos tratamientos caseros, e incluso para la limpieza del hogar. En este caso, llena la bañera con agua y añade unas cuantas cucharadas de bicarbonato. Métete en la bañera y relájate durante 20 minutos para que pueda hacer efecto. Después, sécate con suavidad, sin frotar para no irritar más la piel.
Manzanilla:
Lleva a ebullición 2 cucharadas de manzanilla en 250 ml de agua. Deja durante 5 minutos y apaga el fuego. Tapa y deja reposar otros 5 minutos. Cuela y añade una cucharada de miel. Bebe antes de que se enfríe por completo, puedes hacerlo 3 veces al día.
Aloe vera:
no cabe duda que si de remedios naturales hablamos, el aloe vera no puede faltar.
Para tratar la alergia es muy bueno ya que reduce los síntomas, alivia el enrojecimiento y favorece la cicatrización. Extrae el gel de un tallo y aplícalo sobre la zona afectada.
Zarzaparrilla:
Para depurar la sangre, preparar hirviendo por la noche en 1lt de agua 1 raíz de la primera y en la mañana tomar una cucharada.
Toronjil, salvia y ortiga:
La combinación de estos 3 en 1lt de agua sin endulzar y tornar 3 tazas por día.
Malva:
Con hojas o flores finas, combinar con mantequilla para una mezcla homogénea que debes aplicar con gasas estériles sobre la zona afectada.
