Escherichia coli: ¿Qué es?

La Escherichia coli* (que se abrevia E. coli) es una bacteria que se encuentra en los intestinos de las personas y los animales, en el medioambiente y, a veces, también en los alimentos.

La mayoría de los tipos de E. coli son inofensivos y son parte de un tracto intestinal sano. Sin embargo, algunos causan diarrea, infecciones urinarias, enfermedad respiratoria, infecciones sanguíneas y otras enfermedades. Los tipos de E. coli que pueden causar enfermedades se propagan a través del agua o los alimentos contaminados y del contacto con animales o personas.

Escherichia coli

Tipos

Dos tipos de E. coli que causan enfermedad diarreica diagnosticados en los Estados Unidos son la E. coli productora de la toxina de Shiga (STEC) y la E. coli enterotoxigénica (ETEC).

La STEC es un grupo de bacterias de E. coli que producen la toxina de Shiga. Esta toxina provoca diarrea que puede tener sangre. Cuando usted oye noticias sobre algún brote de infecciones por Escherichia coli

en los Estados Unidos, generalmente se trata del tipo denominado STEC O157.

La ETEC es la causa principal de la diarrea del viajero* y una causa principal de diarrea en todo el mundo, especialmente entre los niños.

¿Quiénes tienen más probabilidades de contraer una infección por E. coli?

Cualquier persona se puede enfermar por bacterias E. coli dañinas, pero algunas tienen más probabilidades de infectarse. Estas personas son:

  • Los niños menores de 5 años de edad.
  • Adultos de 65 años o mayores.
  • Las personas con el sistema inmunitario debilitado, incluidas las mujeres embarazadas.
  • Las personas que viajan a ciertos países.

Escherichia coli: Características

La bacteria Escherichia coli (E. coli), perteneciente a la familia de las enterobacterias, tiene forma de bacilo y una gran capacidad de adaptación y de resistencia a los antibióticos. Posee unos filamentos fuertes que facilitan su adhesión a los tejidos.

La Escherichia coli (E. coli) se desarrolla en ambientes con una temperatura entre 35ºC y 43ºC, siendo 7ºC su temperatura límite. Por ello en la industria alimenticia la cadena de frío es tan importante para evitar el crecimiento de esta bacteria.

Síntomas

Los síntomas de la infección por E. coli Enterohemorrágica incluyen fuerte dolor abdominaldiarrea intensa y a menudo con sangre y a veces náuseasvómitos fiebre leve. Esta sintomatología suele aparecer tres o cuatro días después del contagio, aunque también pueden hacerlo entre 1 y 10 días después.

La mayoría de los pacientes se recuperan en diez días, aunque en algunos casos el enfermo desarrolla el llamado Síndrome Hemolítico Urémico (SHU), una complicación que produce anemia por la destrucción de los glóbulos rojos e insuficiencia renal súbita. El resultado puede ser un deterioro renal crónico o incluso el fallecimiento.

Las personas con sistemas inmunes débiles, los ancianos y los niños son, por lo general, los más vulnerables, aunque en el actual brote de Alemania los más afectados están siendo adultos y en especial mujeres. En general, para tratar a los enfermos, no se recomienda el tratamiento con antidiarreicos ni antibióticos, que podrían empeorar la situación.

Medidas preventivas

Como medidas preventivas para evitar la infección se aconseja cocinar los alimentos a temperaturas superiores a los 70º C y en el caso de las verduras que se vayan a consumir sin cocinar, pelarlas y lavarlas a fondo con agua y lejía

¿Por qué la Escherichia coli provoca una infección urinaria?

La Escherichia coli (E. coli) llega a la uretra puede ascender hasta la vejiga. Una vez allí, esta bacteria se adhiere a las paredes de este órgano y comienza a parasitarlo. Cuando esto ocurre, la vejiga se inflama provocando, generalmente, dolor.

La Escherichia coli (E. coli) dispone de un mecanismo de agarre y de adaptación que dificulta su expulsión a través de la orina. Además, puede generar cistitis recurrentes, es decir, al menos tres episodios de cistitis al año o dos episodios de cistitis en los últimos 6 meses.

Las recurrencias van a depender del estado inflamatorio de las vías urinarias tras una infección urinaria esporádica y de la inmunidad innata de cada persona. También debe considerarse la aparición de resistencias bacterianas.

Diagnóstico

Cultivo

Los cultivos se realizan en muestras de sangre, heces y otros materiales clínicos. Si se sospecha la presencia de una cepa enterohemorrágica, debe notificarse al laboratorio, ya que se requieren medios de cultivos especiales.

Tratamiento

Diversos antibióticos, según el sitio de la infección y el antibiograma

El tratamiento de las infecciones por E. coli debe iniciarse en forma empírica según el sitio y la gravedad de la infección (p. ej., infección leve de la vejiga, sepsis urinaria) y luego modificarse de acuerdo con el antibiograma. Muchas cepas son resistentes a ampicilina y tetraciclinas, por lo que deben usarse otros fármacos; entre ellos, ticarcilina, piperacilina, cefalosporinas, carbapenémicos, fosfomicina, nitrofurantoína, aminoglucósidos, trimetoprim/sulfametoxazol (TMP/SMX) y fluoroquinolonas.

Puede ser necesaria la cirugía para controlar el origen de la infección (p. ej., drenar el pus, desbridar lesiones necróticas o extraer cuerpos extraños).

La infección GI por E. coli enterohemorrágica (ECEH) no se trata con antibióticos.

Resistencia a fármacos

Además de ser resistente a ampicilina y tetraciclina, E. coli se han vuelto cada vez más resistente a TMP/SMX y fluoroquinolonas. Además, han aparecido cepas resistentes a múltiples fármacos que producen beta-lactamasas de espectro extendido (BLEE), como una importante causa de infección urinaria y sepsis adquiridas en la comunidad.

Las BLEE pueden hidrolizar a la mayoría de los beta-lactámicos, incluyendo penicilinas y cefalosporinas de amplio espectro y monobactámicos, pero no a los carbapenémicos (imipenem, meropenem, doripenem, ertapenem); deben usarse carbapenémicos para la E. coli productora de BLEE. La fosfomicina tiene actividad contra las cepas resistentes a múltiples fármacos y es una alternativa oral para las infecciones urinarias más bajas.