El beleño negro es originario de Europa y Asia, pero se ha naturalizado en todo el mundo. Crece de manera silvestre en suelos pobres y en escombros.

La planta tiene una raíz central ramificada y presenta hojas grandes dispuestas alternadamente. Los tallos y las hojas están cubiertos de pelos glandulares y toda la planta despide un olor nauseabundo.

 El beleño negro

Las flores son vistosas y con forma de embudo; tienen cinco pétalos de color blanco-amarillento con venas moradas y un centro oscuro. El fruto es una cápsula con numerosas semillas negras. Hay dos formas de la planta, una anual y otra bienal.

Propiedades terapéuticas

En la antigüedad se utilizaba como anestésico, o por sus propiedades psicoactivas para generar alucinaciones. Se tienen registros de que los oráculos del templo de Apolo utilizaban esta planta. Sin embargo, se trata de una planta muy tóxica.

El beleño negro tiene sustancias que se encuentran presentes en la belladona, como la atropina, la hiosciamina y la escopolamina, aunque en menor proporción. Los alcaloides del beleño negro sirven para prevenir espasmos o asma, y también sirven como analgésico. Como efecto secundario producen dilatación de la pupila.

Hoy en día su uso se limita al ámbito farmacéutico debido a sus propiedades altamente tóxicas. Sin embargo, esto no limita su uso como antiasmático o sedante del sistema nervioso central.

Modo de uso

  • Maceración. Se maceran los frutos con vino. Sirve contra síntomas catarrales en estómago e intestinos.
  • Jugo. El jugo del fruto del beleño negro es una bebida típica de los países nórdicos.
  • Infusión. Se puede consumir como infusión para conciliar el sueño. Se añaden 0.5 gramos de hojas secas de beleño negro por cada 200 centímetros cúbicos de agua. Se filtran las hojas y se bebe la mitad.

Precaución

Una intoxicación con las hojas de esta planta puede generar sueño, delirio y convulsiones, por lo que no se recomienda en lo absoluto su uso en remedios caseros.

Uso a lo largo de la Historia

Los antiguos griegos ya empleaban el beleño negro con fin recreacional, y uso fue documentado por Plinio. La planta era conocida como Herba Apollinaris, y lo usaban las sacerdotisas de Apolo para dar el oráculo.

Además, en el Papiro de Ebers de Egipto se nombra a la planta, que se empleaba ya en la época de Amenhotep I (1500 a. C.) como remedio analgésico para el dolor de muelas, empleando el humo de sus semillas para ello, un uso que se prolongó hasta la Edad Media.

Otro uso tradicional de las semillas quemadas en la hora de Saturno era el de provocar discusiones violentas, y citando a Paracelso en su libro Las Plantas Mágicas: botánica oculta, «brujos malvados aprovechan las propiedades maléficas del beleño negro para producir la locura, y, a veces, la muerte, obrando a distancia y con toda impunidad«.


Hay datos que indican que en el Neolítico en Escocia se empleaba también, Hasta el siglo XI, se utilizaba en cervezas como aromatizante al igual que la ortiga (Urtica dioica L.), pero posteriormente leyes como la Ley de Pureza de Baviera o Reinheitsgebot de 1516 prohibió todos los ingredientes en la cerveza que no fueran exclusivamente cebada, lúpulo, levadura y agua.

Durante siglos se usó para inducir el sueño en intervenciones quirúrgicas, existiendo evidencia de que durante el Siglo XIV en Italia se emplearon mezclas de hierbas incluyendo beleño negro para este fin. No fue hasta el S. XIX que se sustituyó por el cloroformo.

Efectos

Entre las propiedades psicoactivas del beleño negro se incluyen alucinaciones visuales como visión dobe o borrosa y sensación de flotar o estar volando. Sus principios activos son los metabolitos secundarios hiosciamina (un levo-isómero de la atropina), escopolamina (también llamada hioscina o burunganga) y otros alcaloides tropánicos, que se encuentran principalmente en las hojas y las semillas de la planta, y se extraen mediante infusión o decocción, o aspirando el humo resultante de quemarlas en cigarrillos.

 El beleño negro

Al ser compuestos con efecto anticolinérgico, producen midriasis (dilatación de las pupilas), agitación y rubor. Otros efectos menos comunes derivados de su consumo son el aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia) e hipertensión, y en casos más raros convulsiones, vómitos, hiperpirexia (fiebre elevada) y ataxia (descoordinación de los movimientos).

Curiosidades


Se cree que el veneno que se usa en la obra del dramaturgo famoso de William Shakespeare que vierte en la oreja del personaje homónimo que es el padre, también conocido como hebona  o hebenon, es un extracto liquido del beleño negro. Se ha asociado en la antigüedad con la magia y la brujería.

Fue utilizada en la antigüedad para la adivinación y la protección de hechizos, quemando sobre carbones para ahuyentar la negatividad de los hogares. Debe hacerse con las ventanas abiertas, ya que su humo es muy tóxico.

Debido a su efecto afrodisiaco está presente en algunos filtros de amor y mezclado con otras sustancias para el mal de ojo.

Se dice que el beleño negro es una planta mágica de Júpiter, porque inculca perspicacia, sabiduría y prosperidad; y para obtener estos efectos debe actuar los días jueves.

Las diversas propiedades de esta planta como alcaloide indicaba que podían provocar visiones de diablos y duendes ejecutando una danza macabra y escenas terroríficas perturbando a las personas incrédulas, tímidas y valientes.