Achaiah es el ángel de las relaciones, los intercambios y la comunicación. Gracias a él tenemos la capacidad de ver más allá de las apariencias. Su nombre significa «Dios bueno y paciente», por lo que Achaiah nos da la capacidad de perdonar, incluso cuando parece imposible.

Achaiah es un ángel femenino que simboliza la comprensión y la fe. Desarrolla la bondad y las habilidades de meditación. Las personas nacidas bajo la influencia del ángel guardián Achaiah tienen una inteligencia práctica, les gusta aprender cosas útiles. Por lo tanto, este ángel les da tiempo para la reflexión, la paciencia y la perseverancia para lograr grandes cosas.

Características de los protegidos

Todos los nacidos bajo su influencia, son personas sumamente confiables, buenos consejeros. Aunque espirituales, también son personas que tienen siempre los pies en la tierra, en contacto con la realidad. Serán siempre influyentes aunque no tengan una educación formal muy avanzada.

Puede conocer todos los puntos de vista al mismo tiempo y llegar a alcanzar un acuerdo que facilite a todos los interesados. Quienes están bajo su protección tendrán gran éxito en como artista de televisión, cine, editor de películas.

Quien tiene a ese ángel como guardián tiene la cabeza llena de sueños y altos ideales, aunque nunca pierde el sentido de la realidad. Achaiah concede a los nativos a quienes protege una sensibilidad llena de sutileza. Se entregan en cuerpo y alma a todo lo que emprenden. Sus ideas originales y sus discursos son el reflejo de sus propios valores y de los referentes en los que creen.

Achaiah

¿En qué nos ayuda?

Te ayuda a no impacientarte demasiado. Calma cualquier sentimiento de resignación o revuelta dirigida hacia el Creador. Se asegura de que no seas perezoso, negligente, imprudente o ignorante.

Él te apoyará si tienes una falta de motivación para aprender o si tienes problemas para estudiar. Estará a tu lado para ayudarte a evitar que repruebes un examen y hará desaparecer tu miedo a nuevas situaciones.

Con la ayuda del ángel Achaiah podrás enfrentar la adversidad que te impide avanzar, especialmente en los campos de la informática, la programación y el desarrollo.

Él se asegurará de que no seas excluido de las posiciones de liderazgo y te protegerá de la posible distorsión de tu imagen en los medios de comunicación. También te alejará de la cultura de la gloria personal y te guiará hacia la del Creador.

Obtenemos como dones de Achaiah y el Nombre inteligencia aguda y comprensión, percepción clara de la realidad, sentido práctico y actitud positiva.

Nos enseña paciencia del mismo modo que Dios es paciente.

Si queremos saber par qué estamos aquí podemos recurrir a la meditación con Achaiah.

Nos conecta con el ADN de nuestra alma, para comprender nuestro propio diseño y destino y saber cuál es nuestra tarea en la vida.

Dar significado espiritual a las experiencias.

A este ángel se le atribuyen las cualidades de la tolerancia y la paciencia.

Frecuentemente se invoca al ángel Achaiah para alcanzar el conocimiento relacionado a la naturaleza, el dominio de la paciencia y el buen desempeño en el trabajo.

Soportar las calamidades de la vida, el descubrimiento de los secretos de la naturaleza, descubrir el sentido de la vida cuando se ha perdido la fe en todo, la capacidad de innovar y de ver lo que está más allá de los hechos probados, para combatir la pereza, la negligencia y la despreocupación.

Poner orden en nuestra vida.

Salmo para invocarlo

Para invocar su fuerza y poder, primero reza el salmo o salmos elegidos, después llámalo por su nombre y por último realiza la petición concreta que quieres hacerle.

«Misericordioso y clemente es Dios; Lento para la ira, y grande en misericordia.»

Invocar al ángel Achaiah es principalmente efectivo para las personas que nacen bajo su regencia, pero recuerda que los seres de luz acuden a los justos de corazón allá donde sean invocados.

Plegaria

ACHAIAH : Dios bueno y paciente. El Eterno es misericordioso y compadeciente; lento

en la cólera y rico en bondades.

ACHAIAH: Si me has elegido a mí para la dura labor de descubrirte en la pequeñez de

las cosas, permite, Señor, que mi inteligencia no se extravíe en el laberinto de las

múltiples combinaciones con que se presenta tu obra material.

No quieras que mi intelecto se escinda del manantial de la eterna luz; haz que discierna

lo primordial, escondido y disfrazado en las formas pasajeras.

Haz que el mensaje que deje a mis hermanos sea una vía hacia la unidad, de suerte que

con mi paciente trabajo los hombres puedan vislumbrar las luces de otras dimensiones.

No me ahogues, Señor, en mis pequeñas certidumbres, no me encierres en científicos

dogmas.

Dame la osadía de Llevar mi inteligencia siempre más allá; la osadía de no

identificarme con ninguna verdad pasajera, confundiendo tu luz con mi luz.

Desde este punto evolutivo en que me has situado, utiliza, ACHAIAH, mis resortes

humanos para que prosiga con fuerza y vigor la Obra de la Creación.

ACHAIAH exhorta :

Entre las cosas pequeñas encontrarás mi verdad.

La Naturaleza es uno de mis libros sagrados; es un libro que contiene mi Ley sin

tergiversaciones.

Por ese libro no ha pasado ningún traductor ignorante que haya invertido los conceptos.

Peregrino, carga en tus espaldas el saco de la paciencia y ve a observarme en mi

elemento natural.

Estúdiame en la flor, en el árbol, en la brizna de hierba, y yo inspiraré tu inteligencia

para que encuentres la respuesta que pide tu sed de verdad.

No elabores teorías antes de haber sido testigo de mis procesos naturales.

Observa, medita, ve cargando el saco de tu paciencia para que no se vacíe jamás.

No digas nunca “ahora ya sé, ahora ya comprendo”.

Porque la verdad se hace con los días y el conocimiento que aporta esa verdad, lo

modifica todo.

Yo soy cada día distinto, diverso y si quieres seguirme, peregrino, cada día deberás

tratar de entender lo diferente que hay en mí.

A este juego del saber y comprender lo nuevo de cada día, yo te invito, peregrino.

Te espero en el árbol, en la flor, en la brizna de hierba.