Resiliencia: ¿Que es?

Lo que no te mata te hace más fuerte. Es podría ser el concepto de la persona resiliente. Para clarificar el término, la resiliencia es la capacidad que tiene un ser humano para superar hechos traumatizantes o duros que le puedan suceder a lo largo de su vida, como la muerte de un ser querido, un accidente o un asalto.

Cualquier hecho traumático es una desgracia sin duda alguna, pero queda en la capacidad de cada uno superarlo y hacer de ello, algo bueno.

Siempre que sucede algo así, buscamos poder contarlo y sacarlo de nuestro fuero interno. Un hecho de esa magnitud nos deja en estado de shock muchas veces, es por eso que para las víctimas de un suceso desafortunado se aconseja empezar sesiones de terapia.

Pero algunas personas no necesitan terapia y simplemente con relatar lo sucedido y descargarse, tienen suficiente.

Por lo general, las personas con alto nivel de resiliencia, tienen ciertas características que las hacen dueñas de dicha habilidad:

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Resiliencia : Características

Positivismo:

La principal característica de un ser resiliente es el optimismo. Una persona que siempre ve el lado positivo de las cosas o que observa el futuro con esperanza, tiene más herramientas psicológicas para superar una desgracia.

Fuerza de voluntad:

Una persona con voluntad es capaz de proponerse estar mejor y no dejarse abrumar por sus problemas para poder superar ese hecho sin que deje muchas secuelas.

Carácter:

El carácter de una persona determina muchos rasgos de su personalidad. Una persona con un carácter fuerte, puede sobreponerse a sus problemas y así reponerse rápidamente de un hecho desagradable.

Sentido común:

Un ser con un gran sentido común, podrá utilizar la lógica para sobreponerse a la adversidad y no dejar que la situación lo abrume. Si bien el hecho es traumatizante, este ser entiende o sucedido, lo comprende y lo interioriza.

Esperanza:

Muchas veces esta cualidad está ligada a la religión. Ya sea con la ayuda de Dios o de uno mismo, la persona deposita sus esperanzas en superar el problema y por consiguiente lo termina logrando. Ya sea impulsado por la creencia de que cuenta con ayuda de un ser superior o simplemente creyendo que puede hacerlo solo y que el mal pasará en algún momento.

Confianza:

La persona con mucha confianza o autoestima no se dejará tirar abajo por cualquiera será la circunstancia. Siempre sabrá que es más fuerte que la adversidad y la superará.

Constancia:

Aquel que sea constante, sabrá que con perseverancia logrará su objetivo. Al principio estará dolorido y confundido, pero con insistencia logrará superar el trauma.

Calma:

Si una persona tiende a exaltarse con facilidad, su nivel de stress será elevado, con lo cual, el stress post-traumático que todos poseemos a la hora de un problema de esa índole, será más difícil de remover. Una persona que pueda mantener la calma, será más propensa a sobre pasar una situación de tensión emocional. Verá lo sucedido con más claridad y por ende comprenderá mejor.

Sociabilidad:

Este ítem es importante para aquellos que necesitan algo de apoyo ante una situación así. Los amigos y familiares juegan un papel muy importante a la hora de recuperar a una persona de un evento desgraciado. Si la persona es sociable y posee muchas amistades, probablemente le sea más fácil superar el siniestro.

Resiliencia nata:

Por último, todos nacemos con características que nos hacen únicos. No hay dos seres humanos iguales, y todos tienen distintos niveles de capacidad de superación de problemas. El factor innato es también implorante para poder superar cualquiera ser el hecho vivido.

La vida nos regala momentos hermosos y otros no tanto. Debemos aprender a aferrarnos a aquello que nos hace feliz, ya que será nuestro combustible en los momentos más difíciles. Cada momento especial vivido es un tesoro con el que compraremos nuestra paz mental.