Es difícil aceptar cuando en nuestra vida diaria nos equivocamos. Ese error nos pesa tanto que la próxima vez vamos a querer que esa situación en la que erramos se desarrolle a la perfección.

vida diaria

La perfección es tan estresante como una equivocación.

Pero lo diferente es que la equivocación puede tomarse de otra manera y evitar el estrés posterior que te hace creer que tu día está arruinado por: llegar tarde a tu trabajo; un cambio de planes o una insignificante mancha en tu ropa, entre otras.

La actitud patológica de llevar todo a la perfección hará que un mínimo error nos haga sentir inútiles y frustrados para la tarea.

Pero esta es la cuestión, la imperfección es parte de ser humano. Cuanto más aceptemos que los errores son parte del aprendizaje, menos presión nos pondremos la próxima vez al realizar nuestras tareas diarias. Es claro que cada situación es especial, pero hay que tener en cuenta que la vida es un sinfín de probabilidades y no una situación dicotómica de blanco o negro. Así que debemos estar preparados para el error y evitaremos la situación estresante que nos provoca. La perfección solo aumentará la posibilidad de que existan más errores porque nuestra mente estará tan presionada y temerosa; que no funcionará en su capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones.

Personalmente considero que no es mala la exigencia de querer lograr la exactitud en la tarea diaria ya que; por ejemplo, un médico cirujano debe tener precisión en su tarea. Pero como siempre, los excesos son peligrosos.

Es necesario un equilibrio para tener una vida diaria tranquila y en paz.

Hay que reconocer una vez más que todos somos imperfectos ya que es una cualidad intrínseca del ser humano. Debemos convivir con las probabilidades de que todo salga bien o mal; porque el aprendizaje es una forma de acercarnos a una vida plena y feliz para con nuestras tareas diarias; En conclusión; la perfección es difícil de alcanzar; pero aprender de los errores es más fácil para que la próxima se pueda tomar una decisión mejor frente a la tarea. ¡Aceptemos los errores, y no los volvamos una carga!