Las ampollas, o flictenas según la terminología médica, son unas lesiones en forma de burbuja que aparecen en la piel. Esta vesícula está llena de líquido que normalmente es transparente, pero que también puede contener sangre.

Aunque sean muy molestas, las ampollas aparecen cuando se detecta una lesión en la piel, es entonces cuando nuestro organismo pone en marcha un mecanismo de protección mediante la aparición de estas pequeñas vesículas (de más de 5 mm). La piel dañada queda en la superficie, la sangre lleva los líquidos con los nutrientes necesarios para crear una nueva capa y, si la curación se lleva a cabo de manera correcta, la ampolla desaparece dando paso a la piel recién sanada.

Las ampollas:Causas

Las ampollas pueden formarse por dos tipos principales de causas, la primera por lesiones del tejido cutáneo debido a quemaduras -solares, por fuego o por contacto con sustancias o materiales que están a temperaturas muy elevadas-, abrasiones por fricción -roces del zapato, calcetines, guantes, etc.- o el contacto con determinadas sustancias químicas. Por lo general, este tipo de lesión se produce en las capas externas de la piel y se cura rápidamente sin dejar cicatrices.

Pero existen otro tipo causas que originan la aparición de ampollas y que comienzan en las capas más profundas de la piel. Estas lesiones pueden dejar marcas o son más complicadas de curar.

Por lo general, son parte de la sintomatología de enfermedades como:

  • Infecciones víricas como la varicela o el herpes Zoster.
  • Infecciones producidas por hongos.
  • Trastornos autoinmunes como el pénfigo ampolloso o vulgar.
  • Reacciones alérgicas a determinados medicamentos.
  • Dermatitis de contacto como la que produce la hiedra venenosa.
  • Otras enfermedades dermatológicas: dermatitis atópica, dermatitis herpetiforme, porfiria, impétigo, epidermólisis bullosa, etc.

¿Cuándo hay que drenar una ampolla?

Si la ampolla es muy grande (más de 3 cm), o si está en una zona muy dolorosa se puede drenar el líquido, pero siempre teniendo en cuenta ciertas consideraciones y, preferiblemente, que sea un especialista quién lo haga:

Para explotar la ampolla y drenar el líquido el entorno debe ser lo más limpio posible. La zona de la lesión debe ser previamente lavada con agua y jabón, y desinfectada con alcohol o agua oxigenada.

Las ampollas

Es preferible utilizar agujas estériles pero, si no se dispone de ellas, se puede utilizar una aguja normal que se haya esterilizado antes, ya sea dejándola unos minutos en alcohol o aplicando una llama a la punta con un mechero, no con una cerilla, porque la cerilla deja restos de hollín potencialmente infeccioso.

Pinchar solo una vez en uno de los laterales de la ampolla para que salga el líquido. Con ayuda de una gasa estéril presionamos la ampolla para vaciarla. No pinchar más de una vez.

Una vez vacía, con otra gasa estéril aplicar povidona iodada (betadine) a la herida que queda, y luego cubrirla con una venda, tirita o apósito para evitar infecciones.

La porción de piel que queda nunca se debe arrancar. Se secará y se caerá sola una vez que la herida esté curada.

En general, las ampollas tienen buena evolución y desaparecerán al cabo de entre cinco y siete días. No obstante, hay que mantener la lesión vigilada a diario y acudir al médico si:

  • La zona presenta aumento de temperatura y enrojecimiento.
  • Se puede observar pus en la ampolla, un líquido blanco en vez de transparente.
  • El dolor aumenta de manera alarmante y deja de ser una molestia soportable para convertirse en un dolor muy intenso.
  • Comienza a oler mal, que es un signo de infección.
  • Se torna roja o drena sangre, signo de que la lesión es más profunda.

Remedios caseros

Pasta de ajo

Según creencias populares, pelar un diente de ajo fresco, machacarlo, convertirlo en pasta y aplicarlo sobre la ampolla, ayudaría a curarla. Sin embargo, este método no suele ser muy efectivo y suele causar ardor.

También se cree que podría ser útil pelar el diente de ajo y sujetarlo contra la ampolla durante unos 5 o 10 minutos, sin hacer demasiada presión.

Pasta de zanahoria

Otro de los remedios caseros que se recomienda para curar las ampollas es la pasta de zanahoria. Al igual que en casos anteriores, se prepararía la pasta, se aplicaría y se dejaría actuar un tiempo para ablandar la ampolla y después eliminarla.

Vinagre de manzana

Para curar las ampollas más recientes, en el ámbito popular también se ha llegado a recomendar la aplicación de vinagre de manzana. Se cree que por su composición y su acidez, este líquido actuaría como antimicrobiano, lo cual ayudaría a prevenir complicaciones una vez que la ampolla se rompe.

*Hay quienes diluyen una cucharadita de vinagre en un barreño con agua para hacerse un baño de pies desinfectante. Sin embargo, hay que tener cuidado con esto, porque el vinagre puede irritar la piel y resecarla en exceso.

Vaselina

Este remedio lo puedes utilizar para acelerar la curación de las ampollas es aplicar sobre la zona afectada un poco de vaselina, que ayudará a que la bolsa que se ha formado se vacíe más rápidamente y por lo tanto se cure antes. Además, también es bueno aplicarla para prevenir su aparición, ya que evitarás la fricción que las provoca.

Aloe vera

Uno de los productos más populares de los últimos tiempos en el aloe vera, un remedio natural para muchas cosas, entre ellas las ampollas. Esto se debe a que el aloe es un antiinflamatorio natural, por lo que ayudará a reducir la inflamación de la ampolla, y gracias a sus propiedades hidratante ayudará a una más rápida curación.

Las ampollas

Alcohol

El último de los remedios caseros recomendados para curar las ampollas no es un alimento, sino un producto muy común en el botiquín de primeros auxilios: el alcohol.

Se cree que sumergiendo un hisopo en alcohol y aplicándolo sobre la ampolla, se conseguiría ablandarla y eliminarla, a la vez que se limpia la piel y se previenen infecciones.

*Hay quienes se aplican un poco de gel antibacterial en lugar de alcohol