La pancreatitis es inflamación en el páncreas. El páncreas es una glándula alargada y plana que se encaja detrás del estómago en la parte superior del abdomen. El páncreas produce enzimas que ayudan a la digestión y hormonas que ayudan a regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar (glucosa).

La pancreatitis puede presentarse como pancreatitis aguda; es decir, aparece repentinamente y dura algunos días. O bien, puede presentarse como pancreatitis crónica; es decir, aparece a lo largo de muchos años.

Los casos leves de pancreatitis pueden desaparecer sin tratamiento, pero los casos graves pueden provocar complicaciones potencialmente fatales

Causas

Las causas de la pancreatitis aguda son variadas. Las dos más frecuentes son los cálculos en la vesícula biliar (colelitiasis) y el consumo excesivo de alcohol. Los cálculos en la vesícula provocan pancreatitis al moverse hacia el conducto biliar y obstruir la salida del conducto pancreático hacia el intestino.

La pancreatitis

El alcohol tiene un efecto tóxico directo y también puede producir pancreatitis crónica. Otras causas más raras son ciertos medicamentos, el aumento importante de los niveles de lípidos en sangre (hipertrigliceridemia), el aumento mantenido de calcio en sangre (hipercalcemia), las obstrucciones de la salida del conducto del páncreas, los golpes en el abdomen, algunas intervenciones quirúrgicas y la realización de una prueba llamada colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

En aproximadamente un 15-25% de los pacientes no se descubre la causa (pancreatitis aguda idiopática). De ese 25%, solo sufren nuevos episodios de pancreatitis un pequeño porcentaje del 5%.

En cuanto a las causas de la pancreatitis crónica, además del consumo desmesurado de alcohol destacan episodios repetitivos de pancreatitis aguda. Pero además de estas, existen otras afecciones que se encuentran asociadas:

  • Patologías de carácter autoinmune: Cuando el sistema inmunitario ataca al cuerpo.
  • Obstrucción del conducto pancreático o del conducto colédoco, conductos que drenan las enzimas del páncreas y la bilis.  
  • Complicaciones de una fibrosis quística: Provoca acumulación de moco espeso y adherente en los pulmones, el tubo digestivo y otras áreas del cuerpo.
  • Altos niveles de triglicéridos en la sangre.
  • Hipertiroidismo: es un trastorno en el cual las glándulas paratiroides del cuello producen demasiada hormona paratiroidea.
  • Uso de ciertos medicamentos, como sulfamidas, diuréticos tiazídicos o azatioprina.

Síntomas

Los signos y síntomas de la pancreatitis pueden variar según qué tipo de esta enfermedad tengas.

Los signos y síntomas de la pancreatitis aguda comprenden los siguientes:

  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Molestia abdominal que se extiende hasta la espalda
  • Dolor abdominal que empeora después de comer
  • Fiebre
  • Pulso acelerado
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sensibilidad al tocar el abdomen

Los signos y síntomas de la pancreatitis crónica comprenden los siguientes:

  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Pérdida de peso sin proponértelo
  • Heces aceitosas y con un olor fétido (esteatorrea)

Prevención

Para prevenir esta enfermedad es importante tener en cuenta cuales son los posibles factores de riesgo. Los pacientes que deben tener un cuidado especial son:

La pancreatitis
  • Las personas con sobrepeso y obesidad.
  • Aquellas que consumen excesivo de alcohol y alimentos ricos en grasas.
  • Las personas que padecen de cálculos en la vesícula y vías biliares que deben ser detectados precozmente para poder ser tratados.
  • Aquellos que tienen niveles de triglicéridos muy elevados.

Por lo tanto, las recomendaciones para prevenir su desarrollo se resumen en evitar el consumo de alcohol (o tomarlo en cantidades mínimas), una dieta saludable y equilibrada, evitar la obesidad y controlar los niveles de triglicéridos en sangre.

Tipos

Existen dos tipos de pancreatitis:

Pancreatitis aguda

Se produce generalmente por los cálculos biliares o a un consumo excesivo de alcohol, fenómenos que pueden provocar una autodigestión (proceso en el que las enzimas pancreáticas destruyen su propio tejido y causan la inflamación del mismo) del páncreas por las enzimas que produce.

Esta afección también puede originarse como consecuencia de los efectos secundarios de ciertos medicamentos y a veces es idiopática, es decir, que no tiene una causa justificada.

Pancreatitis crónica

Se debe frecuentemente a una repetición de la pancreatitis aguda. La ingesta  prolongada y excesiva de alcohol también puede ser la causa de la pancreatitis crónica.

Entre otras posibles causas de la pancreatitis crónica están tener una enfermedad genética o hereditaria (aunque se consideran casos inusuales), padece cálculos de la vesícula biliar o una hipercalcemia (aumento de nivel de calcio en la sangre).

El tabaquismo también se considera un factor de riesgo de la pancreatitis crónica.

Diagnóstico

El pilar más importante para la detección de esta enfermedad es que los síntomas coincidan con los descritos, por lo que la experiencia del especialista en este punto es imprescindible para elaborar un diagnóstico certero.

Por otro lado, es importante que se realicen las pruebas convenientes para detectar un aumento en la sangre de determinadas enzimas que el páncreas se encarga de segregar, como son la amilasa o la lipasa.

Por último, resulta fundamental que el especialista lleve a cabo alguna técnica de imagen, ecografía o escáner (TC), para demostrar que existen cambios en la forma y/o tamaño del páncreas o alteraciones en las regiones cercanas. 

Tratamientos

La infección suele aparecer en la primera semana, pero habitualmente se manifiesta en la segunda o siguientes, provocado por una infección de la necrosis pancreática.

El tratamiento de la pancreatitis aguda es el régimen de hospitalización, ajustando el mismo a cada caso, intentando adelantarse a los acontecimientos que se puedan producir en el desarrollo de la afección.

Los puntos principales sobre los que se aplica el tratamiento son:

  • Un estrecho control del paciente, al que se le realizarán controles habituales de sus constantes vitales y analíticas de carácter múltiple o seriado.
     
  • El tratamiento del dolor con analgésicos.
     
  • Mantener al paciente hidratado de forma constante y nutrición por vía intravenosa, evitando la ingesta de los alimentos por la boca.
     
  • Tratamiento específico de las náuseas y los vómitos.
     
  • Bloqueo de la secreción gástrica de ácido con fármacos.
     
  • Administración de antibióticos para evitar infecciones que entorpezcan la evolución.
     
  • En los casos de pancreatitis aguda que se produzca por piedras en la vía biliar, es preciso extraer los cálculos, lo que en muchas ocasiones se traduce en la extracción de la vesícula biliar (colecistectomía).