La costocondritis es una inflamación del cartílago que conecta una costilla al esternón (hueso del pecho). El dolor causado por la costocondritis podría asemejarse al de un ataque cardíaco u otras enfermedades del corazón.

La costocondritis en ocasiones se conoce como «dolor en la pared torácica», «síndrome costoesternal» o «condrodinia costoesternal». A veces, el dolor viene acompañado por hinchazón (síndrome de Tietze).

La costocondritis suele no tener causa aparente. El tratamiento se centra en aliviar el dolor mientras esperas que la enfermedad mejore por sí sola, lo cual puede tardar varias semanas o más.

La costocondritis suele desaparecer por sí sola, aunque es posible que dure varias semanas o más. El tratamiento se centra en el alivio del dolor.

Síntomas

El dolor asociado a la costocondritis, por lo general:

  • Se presenta en el lado izquierdo del esternón
  • Es agudo, punzante o da una sensación de presión
  • Afecta a más de una costilla
  • Empeora cuando respiras profundo o cuando toses

Cuándo consultar al médico

Si tienes dolor en el pecho, debes buscar atención médica de urgencia para descartar causas potencialmente mortales, como un ataque cardíaco.

Causas

En general, la costocondritis no tiene una causa clara. Sin embargo, en ocasiones, la costocondritis puede ser provocada por los siguientes factores:

  • Lesiones. Un golpe en el pecho es un ejemplo.
  • Tensión física. Levantar cosas pesadas, hacer ejercicios intensos y tener tos intensa pueden estar asociados a la costocondritis.
  • Artritis. La costocondritis podría estar relacionada con problemas específicos, como la artrosis, la artritis reumatoide o la espondiloartritis anquilosante.
  • Infección en la articulación. Los virus, las bacterias y los hongos (como la tuberculosis, la sífilis y la aspergilosis) pueden infectar la articulación de las costillas.
  • Tumores. Los tumores cancerosos y no cancerosos pueden causar costocondritis. El cáncer puede desplazarse a la articulación desde otra parte del cuerpo, como las mamas, la tiroides o los pulmones.

¿Se puede prevenir la costocondritis?

Puesto que no siempre se sabe cuál es la causa de la costocondritis, no es posible prevenirla por completo. Pero muchos casos de costocondritis se desencadenan al levantar y trasportar bolsos demasiado cargados, sobre todo cuando se cuelgan solo de un hombro, algo que hacen muchos niños y adolescentes. Si su hijo tiene que trasportar una gran cantidad de libros entre su casa y la escuela, cómprele una mochila estable y resistente que reparta bien el peso a ambos lados de la espalda y asegúrese de que la lleva colgada de ambos hombros.

Diagnóstico

Durante la exploración física, el médico revisará el esternón en busca de zonas con sensibilidad o hinchazón. El médico también puede moverte la caja torácica o los brazos de determinada manera para intentar desencadenar tus síntomas.

El dolor de la costocondritis puede ser muy similar al dolor asociado con enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares, problemas gastrointestinales y artrosis. Si bien no existe un análisis de laboratorio o una prueba por imágenes para confirmar un diagnóstico de costocondritis, el médico puede ordenar ciertas pruebas, como un electrocardiograma, una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética para descartar otras enfermedades.

Remedios caseros

Árnica

El primer remedio cuando se ha producido un daño en la musculatura o las articulaciones, contusiones, distensiones o torceduras. Se puede utilizar para aliviar el dolor lumbar, y el de la artritis y el reumatismo. Aplicar en crema, aceite macerado o pomada.

Sauce blanco

Analgésico y antiinflamatoria, el sauce blanco reduce el dolor igual que una aspirina. Útil en el tratamiento del dolor muscular o articular, artritis, neuralgia y ciática. Toma en decocción o tintura combinada con otras hierbas apropiadas.

Cúrcuma

Naturalmente, la cúrcuma es un ingrediente que ha sido introducido de forma relativamente reciente en nuestra dieta y nuestra vida. Desde hace siglos se viene empleando sobre todo en Asia, pero hoy en día resulta un producto muy asequible y accesible también en nuestra geografía.

Tradicionalmente ha sido empleado en regiones como India como antiinflamatorio y para tratamientos específicos contra la artritis. Este producto puede aportar, de paso, otros beneficios por los que deberíamos incluirlo en nuestra dieta de forma recurrente.

Romero

Estimula la circulación y proporciona una sensación de calidez y comodidad en los músculos y articulaciones doloridas. Diluye el aceite esencial en una base para masaje y frota las zonas que te duelan. Excelente para tirones musculares, frota el músculo antes y después del ejercicio.

Aceite de oliva

El aceite de oliva es uno de los productos más saludables de nuestra dieta mediterránea. Muy especialmente el aceite de oliva virgen extra: este, además de los beneficios que puede aportar a nuestro organismo a través de la nutrición, puede ayudarnos también a combatir los dolores musculares. En su caso, lo hace gracias a las propiedades antiinflamatorias y analgésicas con las que cuenta.

La sustancia responsable es el oleocanthal, que aporta grandes beneficios para nuestros músculos, tanto a través de su ingesta como aplicándolo directamente sobre la zona afectada, preferiblemente con un masaje.

Cola de caballo

Una hierba muy común en nuestra geografía y que puede encontrarse fácilmente en herbolarios y farmacias. Es una de las hierbas más efectivas para combatir el dolor muscular y puede tomarse en forma de infusión para dejar que actúe. También hay aceites esenciales que pueden aplicarse directamente sobre la zona para notar inmediatamente sus beneficios.

Jugo de uva 

La pectina que contienen las uvas ayuda a restaurar la elasticidad y la lubricación de las membranas sinoviales. Este es un tejido suave y acolchado dentro de nuestras articulaciones.

Comiendo uvas ayudas a tus articulaciones para que los movimientos se den más fácil y con naturalidad. El jugo de esta fruta ayuda a los procesos desinflamatorios. Mismo caso con el vino tinto, sumando estos beneficios más el resveratrol, mejora la condición de quien padece dolores.

El clavo

En quinto lugar incluimos otra especia para tratar el dolor muscular. Es otro de los remedios clásicos para combatir dichos dolores, por ejemplo en infusión. Sin embargo, la opción más interesante consiste en aplicarlo en la zona afectada en forma de aceite esencial.

La costocondritis

Este puede encontrarse en numerosas tiendas como herbolarios, y con su inconfundible olor puede ayudarnos mucho a combatir las molestias.

Ulmaria

Por sus propiedades antiinflamatorias y antireumáticas, la ulmaria ayuda a aliviar el dolor y la inflamación producidas por el reumatismo y la artritis. Toma en infusión o tintura tres veces al día.