El Romero es una planta aromática conocida y utilizada desde antiguo como condimento y con fines medicinales. Se asegura que los faraones egipcios hacían poner sobre su tumba un ramillete de romero para perfumar su viaje al país de los muertos. Griegos y romanos lo consideraban símbolo de la regeneración. Los árabes lo suponían capaz de repeler las plagas y formaba parte de sus jardines. En el Renacimiento se utilizaba para elaborar la famosa agua de la reina de Hungría y también se quemaba en los hospitales franceses para combatir las epidemias.

Hoy se emplea como planta digestiva y, por vía externa, como rubefaciente. Sin embargo, hay estudios que demuestran otras propiedades terapéuticas que pueden resultar interesantes.

Cómo es el romero y dónde se encuentra

El romero o Rosmarinus officinalis pertenece a la familia de las Labiadas y crece de manera espontánea en los matorrales mediterráneos junto a otras plantas como el tomillo, el espliego o las jaras.

El romero  es un arbusto o mata de la familia de las labiadas, de ramas erectas y leñosas, con un altura media de unos 50-80 cm, pero pudiendo llegar a medir cerca de dos metros. Tiene las hojas lineales, revolutas (dobladas hacia dentro), coriáceas y agudas, de color verde brillante por el haz y grisáceas y pilosas por el revés. Las flores son de color azul claro, raramente blancas, y aparecen partidas en dos labios. Florece durante todo el año. Destaca por su intensa fragancia, que se transmite con solo rozarla.

El Romero

Aparece en matorrales, collados secos y claros de bosques abiertos, y se distribuye por todo el Mediterráneo occidental (sur, centro y este de la península), islas Baleares, Córcega y Cerdeña, litoral de Italia y norte de Marruecos. Es muy usado en jardinería, en diferentes variedades. 

Respecto a su fruto, sólo contiene una semilla la cual no es necesario extraer pues sale de forma natural. Con fines medicinales se usan las sumidades floridas.

La recolección de las flores y hojas de romero debe hacerse durante primavera y verano. Una vez recolectadas se secarán a la sombra en un lugar seco y oscuro. Su almacenaje será en un recipiente de vidrio que esté bien cerrado y se guardará lejos de la luz y de la humedad para una mejor conservación de las plantas.

Propiedades farmacológicas

La actividad principal del romero está íntimamente vinculada al sistema digestivo por estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales. También sorprende en otros efectos no tan vinculados. A continuación, los destacamos:

  • Efecto carminativo: favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo y con ello disminuyen las flatulencias y cólicos.
  • Facilita la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar.
  • Efecto diurético como la cola de caballo, antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante.
  • El Efecto antibactericida, antiséptico, fungicida y balsámico.
  • Efecto rubefaciente y cicatrizante aumenta el flujo de sangre en la zona localizada aliviando dolores de afectaciones osteomusculares.

Además, el romero está especialmente indicado en los siguientes casos:

  • Dispepsias y síntomas asociados: aerofagia, sensación de plenitud gástrica, flatulencias, espasmos abdominales.
  • Anorexia.
  • Afecciones osteomusculares dolorosas: artritis y artralgias.
  • Afectaciones biliares: dispepsia biliar, litiasis biliar o colelitiasis.
  • Dismenorrea.
  • Cefaleas.
  • Afectaciones bucofaríngeas: faringitis y estomatitis.
  • Afectaciones dérmicas: dermatitis o lesiones cutáneas.

¿Cómo usarlo?

El romero se puede administrar internamente o de manera externa. La fracción que se aprovecha son las sumidades floridas y las hojas, con ellas se pueden hacer diferentes remedios destinados a ayudar o aliviar diversos problemas. También en el mercado se pueden encontrar presentaciones ya formuladas y destinadas a un tratamiento específico.

Uso interno del romero

Destinados a facilitar la digestión, flatulencias y mejora de la función biliar.

  • Infusión es la forma más tradicional. Mezclar de 2-4 g de hojas secas en 150 ml de agua hirviendo. Infusar de 10-15 minutos y filtrar. Tomar de dos a tres (tazas) al día, preferiblemente después de las comidas principales.
  • Cápsulas son de hojas pulverizadas concentradas en diferentes dosis.
  • Extracto fluido: 30 gotas, tres veces al día.
  • Esencia 3-4 gotas, tres veces al día diluido en líquido.

Uso externo del romero

Destinados para cicatrizar heridas, antisépticos y analgésicos en dolores osteoarticulares y musculares.

  • Aceite esencial se puede aplicar mediante un suave masaje sobre la zona afectada directamente o bien a través de un vehículo como aceite de oliva.
  • Baños de romero usados como antisépticos y antiinflamatorios. Hervir 50 g de hoja de romero en 1 litro de agua, dejar reposar 30 minutos, colando y añadiéndolo a la bañera.
  • Alcohol mezclar 5 g de esencia de romero con 95 g de etanol 96º.
  • Cocción se prepara con 30-40 g de hojas secas por litro de agua, dejar hervir durante 10 minutos y filtrar. Se puede aplicar en forma de compresas o fomentos sobre heridas o zonas doloridas por reumatismo o en fricciones sobre el cuero cabelludo.

Receta

Pollo asado al romero y limón

El Romero

Ingredientes

  • Muslos de pollo 4
  • Dientes de ajo 1
  • Limón 1
  • Mantequilla 40 g
  • Aceite de oliva virgen extra 25 ML
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • Romero fresco ramitas 8

Procedimiento

Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. Limpiamos los muslos de pollo y les levantamos con cuidado la piel sin llegar a separarla de todo. Les colocamos entre la carne y la piel la mitad de romero lavado, repartido entre el pollo, y les añadimos encima 10 g de mantequilla a cada pieza. Tapamos de nuevo con la piel

En una bandeja refractaria añadimos el aceite, el ajo picadito y colocamos los muslos de pollo salpimentados. Vertemos por encima el zumo de limón y el resto de las ramas de romero y horneamos durante 40-45 minutos, o hasta que veamos la carne dorada.

Papas al Romero

Ingredientes

  • 1 kilo de patatas medianas
  • 3 ramitas de romero fresco
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • pimienta

Procedimientos

Lavamos bien las papas, con la ayuda de un cepillo para retirar cualquier resto de tierra.

Las colocamos en una olla y las cubrimos con agua. Las ponemos a hervir.

Cuando el agua rompa el hervor, dejamos cocinar durante 10 minutos. La idea es que las patatas queden tiernas en el interior y sean más rápidas de dorar en el horno.

Mientras, picamos las hojitas de romero junto con el ajo. Colocamos todo en un cuenco, agregamos un poco de aceite, sal y pimienta. Removemos y reservamos.

Escurrimos las patatas. Las pasamos por agua fría, secamos y cortamos en gajos grandes.

Metemos todas las patatas en el cuenco con romero y mezclamos bien con las manos.

Colocamos las patatas en una fuente y llevamos al horno fuerte hasta que las patatas se doren.