Los sueños lúcidos son aquellos sueños en los que somos conscientes de estar soñando. “Los niveles de lucidez cubren un rango muy amplio de experiencias, desde tener una pesadilla y al darnos cuenta despertamos, hasta reconocer el sueño como tal, permanecer conscientes dentro de él y cambiar su contenido con el poder de la intención”. Por lo tanto, todo depende de la imaginación del que sueña.

Sueños lúcidos

Por lo tanto, tener un sueño lúcido es conseguir que durante el sueño te des cuenta que estás soñando. Y, a partir de ahí, comiences a tomar decisiones más conscientes y menos automáticas. Puedes  moverte en ese escenario de una manera voluntaria, controlada, llegando, incluso, a cambiar el ambiente o algunas cosas de él.

Beneficios de los sueños lúcidos

Ciertamente, los sueños lúcidos tienen muchas utilidades. Y su utilización tiene beneficios en la vida diaria. En consecuencia, practicar el sueño lúcido merece la pena al menos por estos beneficios:

  • Explorar aspectos de nuestro subsconsciente que aparecen en nuestros sueños.
  • ​Abordar problemas (sobre todo emocionales) que durante el día no conseguimos resolver.
  • Expresar nuestra creatividad
  • ​Encontrarse con otros soñadores lúcidos
  • ​Superar limitaciones que nos «auto imponemos» durante el día.
  • ​Afrontar retos en un entorno «seguro».
  • «Curarse» en los sueños. Dormir es terapéutico y soñar también.
  • Convertirlos en viajes astrales.
  • Explorar un sinfín de posibilidades.

Técnicas para tener sueños lúcidos

Reconocer la realidad

Acostumbrar a nuestro cerebro a reconocer la realidad de lo que nos rodea mientras estamos despiertos, para ser capaces de hacer lo mismo mientras dormimos. Por lo tanto, si consolidamos el hábito, se puede reproducir mientras dormimos.

Interrumpir el descanso

Despertar a las 5 horas de estar dormido, y volverse a dormir rápidamente. Un estado en el que es más fácil que los sueños puedan reproducirse con facilidad.

Interrumpir el descanso

Implica repetir esta frase cuando estamos despiertos antes de irnos a dormir: “la próxima vez que esté soñando, recordaré que estoy soñando”. En consecuencia, gracias a esta última técnica, un 46% consiguió reconocer haber tenido un sueño lúcido. Según los científicos esta técnica funciona desde lo que conocemos como “memoria anticipada”, que es la habilidad que tenemos de recordar hacer cosas en el futuro.