Los 12 signos astrales pero también podríamos pensarlos como seis ejes de signos; cada eje con dos signos opuestos y complementarios. Por ello el día de hoy te traemos esta información sumamente importante para que descubras cual es el tuyo. Síguenos leyendo.

Aries y Libra

Si tu signo solar (signo de nacimiento) es Aries, tu signo opuesto – complementario es Libra. De la misma forma, si eres nativo de Libra, tu opuesto estará regido por Aries.

La enseñanza que Aries aporta a Libra es aprender a confiar en su propia voz: confiar en su opinión, aunque tenga que posicionarse en contra de terceros. Se trata de reconocer el valor de la individualidad, reforzando la autoestima.

Por su parte, Aries debe abrirse a las ventajas del trabajo en equipo, algo que resulta natural para los nativos de Libra, al igual que la diplomacia. El punto es aceptar la importancia de la interacción con otros, bajar el ritmo y apreciar la belleza a tu alrededor.

Ambos signos intentan liderar de forma activa. Mientras Aries es un líder impositivo e impulsivo, Libra se centra en la diplomacia y las relaciones armoniosas. Asimismo, Aries está movido por su ambición y su necesidad de estar a la cabeza. Libra adora socializar y seducir con elegancia.

Tauro y Escorpio

Aprender a adaptarse a los cambios con rapidez, es uno de los mayores retos que enfrentan los nativos de Tauro, y para lo cual pueden recibir la ayuda de los astutos hijos e hijas de Escorpio, maestros de la astucia y la transformación.

Mientras que Escorpio, deberá conectarse con su propio valor, además de desarrollar y aplicar  el concepto de espacio personal y autocompromiso, algo que Tauro práctica sin titubear, pero se le dificulta a los hijos e hijas del escorpión, especialmente cuando es requerido por sus seres queridos.

La personalidad taurina siente que en presencia de Escorpio las cosas nunca están claras, percibe la atmósfera de manipulación y control que irradia el ambiente. Escorpio por su parte percibe a Tauro demasiado simple, básico y cómodo. Tauro siente una constante desconfianza, porque tiene la sensación de que Escorpio “ve algo más” de lo que él puede ver.

Géminis y Sagitario

Géminis es una mente inquieta y curiosa que se alimenta de los estímulos externos. Versátil y algo superficial, su gran motivador es la comunicación. Sagitario es una mente que anticipa y crea realidades. Es un futurista que responde a un destino que ha prefigurado.

La capacidad de Géminis de relativizar todo criterio de verdad puede ayudar a Sagitario a liberarse de la necesidad de encontrar siempre respuestas absolutas. Géminis lo desafía con eternas preguntas que pueden ayudar a la personalidad sagitariana a salirse y verdaderamente liberarse de su rol excesivamente soberbio y sabelotodo.

Cáncer y Capricornio

Para los sensibles hijos e hijas de Cáncer, el aprendizaje impuesto por Capricornio será un hueso duro de roer, dado que se refiere a asumir el hecho de establecer relaciones no afectivas.

Se trata de poner límites en el entorno del Cangrejo, separar lo profesional de lo personal y abandonar la idea de encontrar una “familia” en cualquier espacio, con el objetivo de ser más productivo y evitar las trampas de las falsas expectativas.

Cáncer siente que su necesidad de permanecer protegido en núcleos de pertenencia familiar es juzgada por Capricornio como un rasgo de inmadurez, como un capricho infantil que debe ser templado “saliendo al mundo de una buena vez” y entrando en contacto con la realidad objetiva.

De la misma forma, Capricornio se verá compelido (de la mano de Cáncer) a explorar su propia emocionalidad (el aspecto vulnerable de su carácter) y la necesidad de abrirse y conectarse con otros, desde el corazón, aprendiendo el valor de la intimidad.

Por otra parte, se puede decir que representan dos extremos de la manipulación. Cáncer utiliza el paternalismo y la culpa para lograr sus fines. Es totalmente emocional. Capricornio es mental y nada apasionado. Calcula y planifica. Sabe cómo sacar lo que quiere de los demás.

Leo y Acuario

 Manejan la autoimportancia y la relación con la sociedad. Leo necesita reconocimiento social. Se mantiene dentro de las estructuras incluso para crear. Acuario es independiente, rebelde e irreverente por naturaleza. Se sabe importante en tanto diferente y original.

En un nivel de integración Leo logra valorar la libertad que le propone Acuario pues entiende que eso le da espacio para ser sí mismo y hacer lo que “se le canta” sin reclamos ni controles. Mientras que Acuario reconoce que Leo, con su magnánimo estilo, le aporta brillo y seguridad al vínculo.

Estar al lado de alguien que sabe quién es y que lo expresa de un modo convincente y que obtiene gran repercusión confirmatoria de los demás, lleva a Acuario a re valorar la compañía leonina, porque comprendió que no solo suma creatividad a su vida, sino que también lo rescata de sus momentos de vacío y de angustia de no ser.

En un nivel de tensión la necesidad leonina de ser centro choca ante el vértigo cambiante de lo acuariano. Leo no logra ser visto ni aplaudido porque Acuario “ya no está ahí”, se ha ido repentinamente en pos de algo nuevo y distinto. Leo siente que Acuario no tiene ni tiempo ni paciencia, ni voluntad para reconocerlo del modo que necesita. Mientras que Acuario siente demasiada exigencia y atención por parte del egoico y dramático Leo.

Virgo y Piscis

Piscis invita a Virgo a trascender de lo racional, para conectarse con su ser espiritual, dejando a un lado la lógica, para conocer mejor la propia sensibilidad. El mayor reto es abandonar la ilusión de control, sobre las circunstancias, para vencer la frustración que origina.

Por su parte, Virgo abre un mundo de nuevas posibilidades a Piscis, donde la mejor administración de tiempo y recursos es el arma principal para construir los sueños, en el plano material. Acepta la realidad, para que puedas transformarla.

Por otro lado Se enfocan en el servicio. Virgo abraza el servicio, siempre que encuentre algún beneficio personal. Piscis lo hace desinteresadamente. Es capaz de comprometerse con las más variadas causas.