La música clásica desde sus orígenes, ha sido un género formal o de culto debido a su modo de producción meticuloso y altamente teórico. Los resultados conocidos hasta hoy suelen juzgarse de “aburridos”. Esto se debe a que con el tiempo, se han producido géneros más populares como el pop, el rock and roll, entre otros, que tienen promoción más intensa y que pueden generar otro tipo de emociones más acorde con la sociedad actual.

Pero toda música comparte una misma particularidad: Producen emociones, sensaciones, sentimientos. ¡Y créanme! La música clásica produce en nuestro cerebro, beneficios que te darán ganas de escucharla. Aquí van algunos:

La música clásica: Beneficios

Puede ayudarte a conciliar el sueño

Esta música tiene ciertos patrones tonales y rítmicos que generan una sensación de armonía, parecida a la que experimentamos cuando meditamos. Como también, el sonido repercute en nuestra mente, bajando la velocidad de las ondas cerebrales. Una combinación de efectos que te conducen al estado de tranquilidad necesario para dormir como un ángel.

Reduce la ansiedad

Hay situaciones en la vida, incertidumbres, momentos decisivos que generan tensión y ansiedad. Lo he vivido, no sabemos qué hacer para calmar los nervios. Pues, la música clásica reduce la presión arterial ya que nuestro corazón inconscientemente, busca ponerse en sintonía con el sonido y comienza a latir más lentamente. El aire circula más suave y lentamente, recuperamos nuestra calma.

Produce emociones similares a las de la conversación

Según investigaciones, la música imita ciertas características emocionales del tono de la voz. Si escuchamos rock o Metal, lo más probable es que nos exaltemos. Así como si escuchamos tango, seguro nos inunde la nostalgia. En el caso de la clásica, experimentamos una sensación de tranquilidad. Como si habláramos con una amiga o un ser querido.

Mejora el rendimiento

Según estudios, la melodía del género clásico, baja la tensión y relaja las ondas cerebrales, dándonos mayor orden mental y expandiendo nuestro flujo de pensamiento. Esto permite que en momentos de estudio o procedimientos como operaciones matemáticas o cirugías, podamos obtener mejores resultados.

Estimula el desarrollo cerebral en niños

Se recomienda mucho que los niños aprendan a tocar instrumentos de pequeños. Especialmente los de música clásica, ya que su teoría musical se asemeja a las matemáticas. Por eso, la práctica musical estimula la zona cerebral dónde se desarrollan las capacidades de cálculos y resolución de algoritmos. Además, la escucha de ésta música colabora con las habilidades motrices y verbales y promueve auto-control y capacidad reflexiva.

Ayuda a aprender nuevos idiomas

Recién hablábamos de la relación entre teoría musical y las ciencias exactas, pues, la gramática y sintaxis también tienen una estructura similar a las matemáticas. Es por eso que escuchar música clásica colabora con el aprendizaje de vocabulario, pronunciación y hasta con la apreciación de la cultura del idioma que estemos aprendiendo. De hecho, son cada vez más, los profesores que usan ésta música para ayudar a los alumnos a aprender 1.000 palabras de idiomas extranjeros en un solo día.

Ayuda a la recuperación de operaciones

Si alguna vez viviste de cerca un post- operatorio, sabrás que son dos las cuestiones indispensables para la recuperación: Cuerpo y Estado de ánimo. La música clásica, por un lado, genera efectos en el sistema nervioso parasimpático, que es el que controla las funciones y actos involuntarios, ayudando a que tu organismo responda positivamente a la operación. Por otro lado, ya hemos comentado los estados de serenidad a los que nos conduce ésta música, que podría ayudar a mantener las defensas altas y un ánimo positivo para el reposo.

Reduce el dolor

Cada vez es más común la reproducción de música clásica en institutos dónde se realizan biopsias, quimioterapias u otros procedimientos complejos. Ya que está comprobado que reduce el dolor y la ansiedad a la que se ven afectados los pacientes. En un estudio realizado, se demuestra que escuchar ésta música, en pacientes claustrofóbicos, al momento de realizarse tomografías en aparatos cerrados, redujo el malestar y aumentó los niveles de relajación.

Colabora con el desarrollo del embarazo

¡Atención las futuras mamás, abuelas o tías!. Esta música estimula la frecuencia cardíaca del feto. Así como también, pone en marcha resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales. Favoreciendo el desarrollo del cerebro del bebé. También promueve la producción de endorfinas en la madre. Entre los más elegidos para que suenen en la panza están Vivaldi y Mozart.

Calma y previene las crisis en niños con Trastorno Madurativo de Desarrollo (TGD)

Estudios realizados demuestran que por los efectos cerebrales mencionados anteriormente. La música clásica tranquiliza al niño luego de una crisis. Y que sintonizarla 20-25 minutos por día previene los desequilibrios en los niños con TGD. Así como promueve el desarrollo de maduración.

La música sana, expande el espíritu, nos alegran los días y nos acompaña. Experimenta tú misma qué beneficios te genera la clásica. ¡En cualquier momento, en cualquier lugar! Disfrútala y fíjate cómo te sientes luego. ¡Éxitos!.