Como superar el miedo al compromiso: Muchas vidas se han perdido a lo largo de la historia bajo el concepto de la lucha por la libertad, pueblos enteros han luchado por ella y la han conseguido. Pero ¿qué es la libertad? ¿Cómo sabemos si somos libres o no? Quizás tenemos un concepto de libertad muy distinto al de nuestros pares, y aquellos que más le temen a perderla, podemos decir que le temen al compromiso.

miedo al compromiso

Comprometerse genera temor en algunas personas, el caso más extremo sería el expuesto en la película “Mi novia polly” en donde la co-protagonista es tan temerosa al compromiso que casi siempre arregla salidas o encuentros sobre la hora misma. Pero más hacia lo real, el miedo al compromiso, existe.

Quizás las personas que lo sufran, hayan tenido malas experiencias con él, y no quieran volver a intentarlo. Quizás la persona que quiere comprometerse con ellos no les genera la suficiente confianza. O simplemente pensar en compromiso los hace sentir atados, y les genera una sensación de molestia, o de aburrimiento.

El compromiso es la promesa de estabilidad en alguna situación.

Si ustedes y yo nos comprometemos a que leerán una de mis opiniones por semana, depositan su confianza en mí, para que honre ese compromiso. Y una vez por semana esperarán el artículo. Es seguro que eso sucederá hasta que no pase, y ahí es donde el compromiso se rompe. Probablemente ya no confíen en mí, o ya no esperen que escriba en ese período de tiempo. Sino que estarán desencantados de mi palabra.

El gran problema se genera, cuando a ese compromiso, le agregamos una taza de sentimiento. Cuando sentimos algo por alguien, y ese alguien nos falla, no solo están “Desencantados de su palabra”, sino que probablemente se enojen y se sientan estafados, ultrajados o decepcionados. Y es ahí donde comienza el show de: “Por eso no tengo que confiar en nadie” “Estaba mejor sin vos” “Eso me pasa por esperar cosas de la gente”.

La confianza que nos inspire el otro ser humano, es fundamental. Podemos verlo en sus ojos, escuchar sus palabras y hasta pedir referencias. Pero realmente importara lo que tengamos dentro, lo que nos diga nuestro corazón. Esa será la opinión final, acerca del otro ser.

Sus actitudes y palabras también ayudarán a definir una de las preguntas más difíciles para una persona en relaciona otra:  ¿Confiar o no?

Creo que siempre es mejor confiar en alguien y sentir aunque sea por un momento el compromiso dentro de nosotros, a alejarse eternamente de él y aislarse del amor. Ya que, a esta altura, podemos decir que, compromiso, es en gran parte, amor.

Cuando nos enamoramos, o sentimos cariño por alguien, esperamos que esa persona sienta lo mismo. Y si lo hace, pasamos a ser los seres más felices del mundo. Esa situación en la que estamos a la espera de que la otra persona responda a nuestra confesión, es uno de los limbos más movilizadores de la vida. Y si la respuesta es positiva, ¡Armemos fiesta! Porque nuestro corazón estalla en colores de amor.

Automáticamente, se genera la sensación de compromiso. Muchas parejas no tocan el tema, entienden que se cae de maduro que deben comprometerse y ser fieles el uno al otro. Hay otras que tocan el tema y trazan sus límites, poniendo claras las reglas del juego. Personalmente creo que con las reglas claras se trabaja mejor, pero hay que saber hablar del tema, quizás una palabra de más, puede desencadenar la primera pelea oficial de la relación.

Pero, ¿qué pasa cuando te enamoras de alguien que dice “No busco amor” “No quiero una relación” “No me quiero atar a nadie”? ¿Cómo puedes explicarle que sos vos quien puede hacer que pierda ese miedo, que confíe y se deje querer? La respuesta no está en sentarse y hablar. Sino en demostrar. Demostrarle al otro ser humano como sos, que es lo que va a obtener si decide dejar de lado sus miedos para confiar una vez más.

Hay gente que nació para estar en una relación, y gente que nació para estar soltera.

Ambos buscan siempre eso. La realidad es que ambas posturas están bien, pero puede haber conflicto si se cruzan, ya que es muy difícil que uno cambie por el otro. Pero nada es imposible, y si el compromiso vale la pena, y no lo toman, se van a arrepentir toda la vida. Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado.