Ninfas de las aguas

En esta oportunidad te traemos toda la información que necesitas saber sobre las Ninfas de las aguas, unos seres mitológicos de gran belleza. Síguenos leyendo.

En la mitología griega, una ninfa (en griego antiguo, νύμφα) es una deidad menor femenina típicamente asociada a un lugar natural concreto, como puede ser un manantial, un arroyo, un monte, un mar o una arboleda.

Las ninfas odian la fealdad y el mal. Su condición de seres mágicos procedentes de la naturaleza, las convierte en defensoras de bosques, lagos, ríos y océanos. Curan animales heridos, reparan flores y árboles rotos.

Náyades, Ninfas de agua dulce

Personifican el agua de manantiales, lagos y fuentes. Se les considera hijas de Zeus, de Océano o del dios del río a la que sus aguas se unen. Son divinidades menores femeninas. Como todas las ninfas poseen una gran longevidad, pero son mortales. Se les atribuyen cualidades curativas bebiendo o bañándose en sus aguas.

De hecho, al estar tan vinculadas al agua, se decía que, si sus aguas se secaban, ellas perecían. Por lo tanto, no eran omnipotentes. De todas formas, cabe destacar este carácter de peligrosidad que se da a ciertas divinidades femeninas acuáticas, lo cual no debería extrañarnos si pensamos que los griegos eran un pueblo viajero y sabían lo traicioneras que eran las aguas.

Viven principalmente en las fuentes y en las corrientes de agua, se las conoce como las ninfas de las aguas dulces. Estos seres también podían resultar peligrosos. A veces, darse un baño en sus aguas traía graves consecuencias y la náyade podía castigar a aquel que se atreviera a hacerlo. Tampoco podían observarlas, ya que se podía llegar a recibir un castigo, que normalmente era dotar al desafortunado de locura.

Las leyendas de las Náyades son innumerables, pues todas las fuentes y manantiales célebres tienen su Náyade con leyenda propia, a veces hay varias Náyades, en estos casos se consideran hermanas entre sí.

Son jóvenes y hermosas, amantes de la danza y de la música. Frecuentemente las encontramos unidas a dioses o Sátiros, dan origen de genealogías como la de Icario, Erictonio o Tiestes. Además, eran muy celosas y caprichosas, como cuenta la leyenda de un pastor que le fue infiel a una náyade y ésta se vengó cegándolo permanentemente. O el caso de Hilas, que fue raptado por náyades que se enamoraron de él.

Las náyades tienen su categorización: las Limnátides o Limnades, que vivían en lagos y ciénagas peligrosos; las Pegeas, en cataratas y manantiales; las Creneas o crénides, protectoras de las fuentes, las Eleionomae, que viven en pantanos, y las Potámides, de los ríos.

Oceánides

Las oceánides son la personificación del agua de los ríos y también de los mares. En las mitologías griega y romana las Oceánides eran unas ninfas hijas de Océano y Tetis. Cada una de ellas estaba asociada a una fuente, estanque, río o lago. Eran hermanas de los Oceánidas (o Potamoi), dioses de los ríos.

Sobre su origen hay mucho escrito, desde sus progenitores (Océano y Tetis) hasta el número de ninfas del agua oceánides que había en el mundo. Según algunos textos alrededor de 3000.

Nereidas, Ninfas del mar Mediterráneo

Se cuenta que Pontos era el mar y Gea la tierra, y de esa unión nació Nereo, y de Nereo y de Doris, nacieron 50 nereidas. El nombre de nereidas está relacionado con una raíz indoeuropea que significa “nadar”, o quizás con el nombre semítico de los ríos (en fenicio y árabe “nahar” es igual a “río”); pero en griego se utilizaba para calificar a algo o alguien de “encantador”. Actualmente en Grecia se llama neraides a las hechiceras y a los ojos femeninos considerados encantadores.

Personifican las olas del mar. Hijas de Nereo con Dóride y nietas de Océano. Su número varía entre cincuenta y cien.

Viven con su padre en un palacio que se encuentra en los abismos marinos. Se sientan en tronos de oro y pasan el día hilando, cantando o nadando. En general actúan como un conjunto, por ejemplo cuando le informan a Heracles de donde podía encontrar a Nereo, o cuando piden a Poseidón que castigue a Casiopea. Pero hay ocasiones en las que aparecen como una individualidad, como en el caso de Tetis , de Anfítrite o de Galatea.

Eran la representación de la belleza marina, según la mitología estas ninfas tienen una voz muy melodiosa, increíble y cuando cantan bailaban alrededor de su padre. Ellas forman parte del séquito de Poseidón por lo cual en algunas representaciones se las ve con un tridente en la mano y con la cabeza adornada con ramas coralinas. Con el paso de los siglos se las consideró como elementales, seres energéticos vinculados estrechamente con uno de los 4 elementos, en este caso agua.

Las Nereidas viven en las profundidades del mar junto a sus padres y sólo acceden a la superficie para jugar con las olas, observar a los navegantes y en caso de que se las necesite, prestar ayuda.

Ninfas de las aguas

Por lo tanto, se las representa como jóvenes de gran belleza, con largas cabelleras nadando y jugando entre delfines y Tritones. Normalmente van vestidas con un quitón corto o una túnica larga y con un himatio. Tocadas con saccos, especie de redecillas que sostienen el cabello, y engalanadas con joyas diversas.

Se decía que las Nereidas ayudaban a los marineros en sus expediciones por el mar. Se las podía ver montadas en delfines y haciendo su labor de calmar las aguas para que los marineros pudieran viajar en aguas calmadas. Por esta razón el pueblo griego les otorgaba ofrendas desde las orillas del Mediterráneo, eran altares en los cuales colocaban leche, aceites y miel.

Las ninfas de los mares además de ser bellas, muchas veces era representadas como sirenas. En el arte, sus figuras abundan desde las palabras de Homero a las de Allan Poe, y desde los pinceles de Rafael hasta el cincel de Lola Mora. Hermosas, jóvenes y encantadoras, las nereidas siempre fueron un símbolo de la gracia y la belleza.

Esperamos que haya sido de tu agrado este articulo Ninfas de las aguas. ¿Tienes alguna otra informacion sobre estas misteriosas bellezas?. Escribenos. ¡Hasta la proxima!.