La Cruz Celta:

Origen

La cruz celta es uno de los símbolos celtas más comunes y conocidos y tiene una gran importancia cultural y religiosa significativa. Se trata de un petroglifo originario de los antiguos pueblos celtas de Gran Bretaña, Irlanda y Francia. Existen muchas teorías para explicar su origen, pero debido a que la tradición celta se transmitía únicamente de forma oral, es imposible confirmar ninguna.

La Cruz Celta

Por su semejanza con la cruz cristiana latina es ampliamente utilizada por los creyentes de esta religión. Pero su historia se origina mucho antes de que el cristianismo existiese. Teniendo un significado basado en sus cuatro brazos, que se pueden interpretar como los cuatro elementos (aire, agua, tierra y fuego) o como las cuatro direcciones cardinales (norte, sur, este y oeste).

La unión del significado de cuatro elementos en un mismo símbolo es algo recurrente en la cultura celta, pues se encuentra también en otros símbolos como el triskel y la triqueta (cuando están inscritos en un círculo) o la cruz solar.

La rueda solar

Una de las teorías más corroboradas la consideran como una derivación avanzada de la rueda solar, que tenía gran importancia por su poder protector contra la brujería. En las sociedades celtas más antiguas, los círculos eran utilizados para representar la luna, mientras que la cruz simboliza el sol, por lo que es probable que esta cruz haga referencia a un sol pagano como principio masculino y a la luna como principio femenino.

 Se dice que en Europa, la cultura celta usaba las cruces hasta en sus monedas siglos antes del cristianismo, y ahora se la considera un símbolo del Neolítico (ocho siglos antes de Cristo).

En España se repite una y otra vez en las culturas de origen céltico, pero con ligeras variantes, como acompañada de la cruz de tres brazos o trisquel (representando el amor, la luz y la sabiduría), y eran muy comunes el lábaro romano en Galicia, Asturias y Cantabria y el lauburu en el País Vasco.

Significado de la cruz celta

Para los Celtas la cruz tiene la misma asociación simbólica del Árbol de la Vida, pues hace referencia a la energía de los cuatro elementos, que se unen gracias círculo, que los entrelaza y conecta entre sí, haciendo de puente de unión entre las energías divinas y el hombre. Asimismo, era el símbolo de las cuatro fiestas de estación que marcaban el año celta

  • El Imbolc, el primero de febrero, que celebra el despertar de la naturaleza y la fertilidad de la tierra, pidiendo éxito en los proyectos futuros.
  • El Beltane, el primero de mayo, cuando se despierta la virilidad de los dioses y se pedía por la fertilidad del ganado.
  • El Lughnasadh, el primero de agosto, que celebra el inicio de las festividades de cosecha, recolecta de frutos y bendición de rebaños.
  • El Samhainel último día de octubre, cuando se celebra la última festividad y la última cosecha del año, así como el fin del ciclo de la rueda celta.

Por ello, las cruces realizadas para dichos eventos se adornaban con dibujos, trenzados y figuras típicas del arte celta.

En las más tempranas los grabados que se realizaban se limitaban a los entrelazados y diseños geométricos propios del arte nativo de las islas británicas, pero a partir de los siglos IX y X aparecen en representaciones figurativas de escenas bíblicas. Estas cruces son llamadas Scriptures crosses y su complejidad es tan abrumadora que se las ha llegado a definir como “sermones en piedra”. Los adornos o nudos de su interior simbolizan el infinito, la vida eterna. También se liga cada una de las direcciones que marca la cruz con la deidad que en ellas habita, de forma que nos encontramos:

  • En el Este se encuentra el dios Lugh, relacionado con el aire y que otorgaba protección con su lanza.
  • Por el Sur está la diosa Nuada, relacionado con el fuego y cuya espada le hacía defensor de las emociones.
  • En el Oeste vive el dios Dagda, relacionado con el agua, quien protegía y controlaba la mente y pensamiento.
  • En el Norte se encuentra la sede de la Piedra del Destino L’a Fáil, la Piedra de Tara, ligada a la tierra y donde solo los legítimos reyes son coronados y aprobados por los dioses druidas.

La Leyenda de Bran “El Bendito”, un colosal dios pagano que ordenó cortar su propia cabeza una vez muerto para poder proteger y vigilar los confines de la Celtia, podría ser otro posible origen mitológico de este símbolo, pues este ser era representado con una equis dentro de un círculo.

Leyendas de la Cruz Celtas

La mayoría de la gente piensa equivocadamente que tiene un origen cristiano, sin embargo tanto las culturas antiguas como modernas la han utilizado para identificar el símbolo de los cuatro elementos o cuatro direcciones.

Expresa también la interpretación de dos de los ámbitos contrapuestos como los cielos y la tierra donde se cruzan los caminos, el de los vivos y el de los muertos.

Además se la utiliza como representación del número cinco tomando en cuenta el punto medio.

En la cultura romana era utilizada para colgar a los ladrones y provocarles de esta forma la muerte, por eso el cristianismo tomo la imagen de la cruz como símbolo de la pasión y muerte de Cristo y de la redención de sus fieles pero no antes de este acontecimiento.

En la antigüedad la cruz era usada como instrumento de tortura y de castigo, de forma simétrica con sus cuatro extremos de igual tamaño en contraste a como la utilizaron los romanos quienes la adaptaron para tomar la forma del cuerpo humano.

Cuando el cristianismo llega a Irlanda y se mezcla con su cultura celta trajo consigo sus símbolos. Como la cruz y el agregado de la circunferencia o círculo rodeando la intersección de los ejes.

La cruz celta en el tarot

La Cruz Celta representa movimiento. La debemos observar como un organismo vivo que se desarrolla con coherencia. Aquí vemos nuestro estado interno y su reflejo en situaciones externas. La Cruz Celta nos muestra la riqueza que encierra una situación y de esta manera se transforma en una herramienta de descubrimiento.

Significado de las Posiciones

  1. Situación. La carta que describe la temática principal. Lo que está pasando.
  2. Cómo se expresa esta situación. Cómo se vive la situación representada por posición 1.
  3. Desencadenante. Necesidades más profundas. 
  4. De dónde venimos. El pasado. Lo que hemos vivido hasta ahora.
  5. Objetivo. Lo que queremos lograr. Lo que estamos pensando.
  6. Hacia dónde vamos. El futuro inmediato. Lo que está en proceso de manifestación.
  7. Uno mismo. Cómo somos afectados por el asunto.
  8. De la manera que nos perciben los demás. Cómo los demás se sienten en relación a uno mismo.
  9. Expectativas. Lo que tememos y lo que esperamos.
  10. Consecuencias. Hacia adonde va la situación a largo plazo.