Ictioterapia: ¿Que es?

 Ictioterapia es una disciplina antiquísima originaria de Japón, aunque su práctica en Occidente apenas hace unos años que está cobrando importancia.

En la ictioterapia, los agentes sanadores encargados de regenerar y limpiar la piel son unos pequeños pececitos, generalmente de la especie garra rufa, y toda la terapia gira en torno a un proceso simbiótico en que tanto el pez como la persona resultan beneficiados.

Cómo se practica

La forma de practicar la terapia con peces es muy simple, pues lo único que debe hacerse en sumergirse en una piscina especialmente climatizada, con varias decenas, o centenares, de peces para que estos de inmediato comiencen un tratamiento para la piel.

Los riesgos de la ictioterapia

A pesar de que es una técnica que no tiene contraindicaciones, diversos organismos como el Instituto Valenciano del Pie,  han alertado de posibles complicaciones en los tratamientos de ictioterapia.

Parece que el mayor riesgo que existe es el de emplear otro tipo de peces. Cuyo mantenimiento es más económico, llamados Chin Chin. Esta especie, de origen chino, tiene unos pequeños dientes con los que muerde, por lo que puede existir riesgo de infecciones.

Por otra parte, para realizar un tratamiento de ictioterapia es necesario acudir a un centro que nos de todas las garantías higiénicas. Porque es necesario que las peceras tengan un flujo constante de agua y los peces sean frecuentemente reemplazados.

Bien empleada, la ictioterapia resulta relajante y deja nuestros pies suaves durante semanas. Complementada con otros tratamientos, como la pedicura permanente, nos asegura lucir unos pies perfectos durante todo el verano.

Pez utilizado en la ictioterapia

El pez Garra rufa, más conocido como el “Pez Doctor”, pertenece a la familia de los Ciprínidos y es originario de Jordania, Irán, Irak, Siria y Turquía. Se descubrió en torno al año 1800 y desde hace varios siglos. Se usan a esta especie de peces para mejorar diversas afecciones dermatológicas. Como eczemas, piel seca, acné, psoriasis o durezas, entre otros problemas cutáneos.

Dicho pez se emplea en tratamientos de ictioterapia. En los que los peces realizan una función de peeling natural succionando las pieles muertas. Y generando dithranol, una enzima que rejuvenece la piel y tiene propiedades contra la psoriasis.

 Además, este tratamiento se puede realizar en cualquier parte del cuerpo, aunque el más popular suele ser en los pies.

El Garra rufa es una especie protegida, por lo que en los países en los que hay territorios de distribución natural, no se puede capturar ni exportar. De esta forma, lo que se emplean en explotaciones estéticas provienen de la cría en cautividad de piscifactorías de Israel y Tailandia.

Beneficios de la ictioterapia

  • Exfoliante. Elimina las asperezas y células muertas de la piel.
  • Regenerativo. Ayuda a cicatrizar heridas y en caso de problemas de piel como la psoriasis.
  • Relajante. La succión de los pececillos en los pies crea un ligero cosquilleo que se transforma en una agradable sensación de bienestar.
  • Estimulante. Gracias a un suave masaje es capaz mejorar la circulación y de estimular puntos de acupuntura en los pies.

¿Dónde realizarla?

Los centros de belleza o Spa que ofrecen ictioterapia deben ser muy rigurosos en cuanto al cuidado de los peces. Así como también en la higiene de los tanques para que el tratamiento sea efectivo.

Es por esto que las personas con heridas expuestas, sistema inmune debilitado, procesos infeccioso recientes. Enfermedades de la piel, diabetes u otra afección contagiosa en la zona a tratar, no pueden tener contacto con los peces.

Las fuentes de agua no tienen cloro ni otro químicos dañinos. Se filtra después de cada tratamiento. Y hay alrededor de 100 peces en cada una para evitar que sean sobrealimentados o que traspasen infecciones entre clientes, aunque esto rara vez ocurre. En ocasiones los Garra rufa son puestos en acuarios para que puedan tener períodos de descanso.

Los precios de este tratamiento varían dependiendo de la duración y servicios adicionales que incluya. Se recomienda que posterior a la exposición de la piel a los Garra rufa se realice una pedicura. Por lo que es común que ambos servicios vengan en un pack. Y que se espere al menos 24 horas antes de depilarse la zona que haya sido tratada.

Recomendaciones

Debido a que este proceso no es dañino para los peces o las personas, puede ser realizado cuantas veces sea requerido. Sin embargo, la recomendación ideal es una sesión de 30 minutos cada semana. La mayoría de las personas comenta que incluso después de la primera sesión la piel queda mucho más suave y tersa.

Hay que estar alerta sobre la calidad del sitio donde se vaya a realizar el tratamiento. Ya que algunos centros de belleza no tienen expertise en qué es la ictioterapia por definición.

Los Garra rufa son bastante caros, y para disminuir costos compran peces de apariencia similar. Pero que son incapaces de realizar bien el tratamiento porque tienen dientes. Por lo que la piel queda dañada, se sienten molestias y se está mucho más propenso a contraer infecciones.

 En otros casos, el agua no es filtrada constantemente. En consecuencia, las heces de los peces y piel muerta de otros clientes queda estancada en el tanque.

Por otro lado, también puede ocurrir que los peces sean sobreexplotados. Privándolos de una dieta normal, para que tengan el hambre suficiente al momento de que lleguen los clientes.

Con sus pro y sus contra la ictioterapia es un procedimiento que si se realiza con todas las medidas de seguridad, es extremadamente beneficioso para la piel y la salud en general. Por sus beneficios adicionales. Y ademas la divertida sensación de tener muchísimos pececitos nadando por tu cuerpo.

Inconvenientes de la ictioterapia

Muchos dicen que como son peces sin dientes, la práctica es totalmente segura. Sin embargo, en algunos casos, la ictioterapia ha causado brotes de infecciones, provocadas por microbacterias no tuberculosas que causaron llagas y cicatrices. Por esta razón, muchos estados de Estados Unidos han prohibido la ictioterapia.

Se considera que no se mantiene toda la higiene posible. Ya que el agua debería ser cambiada entre paciente y paciente. Se utiliza el mismo pescado, que lógicamente no está esterilizado. En algunos casos se utiliza otro tipo de peces similares a los garra rufa. Pero con dientes, que pueden lastimar e infectar la piel, y muchas personas consideran la práctica crueldad animal.

Sin embargo, el riesgo de infecciones es muy bajo. Aunque claro, existe. Pero de todas formas, se recomienda a personas con sistemas inmunes muy debilitados. Y con enfermedades como diabetes, psoriasis, cortes o una reciente depilación que eviten estos spas de pies.

Ya que las bacterias depositadas en el agua pueden causarnos neumonía. Infecciones en los huesos, las articulaciones y la sangre. Incluso algunas cepas fueron resistentes a importantes medicamentos.