La fractura de la mano es una fractura o quebradura de uno o más huesos de la mano. Esta lesión puede producirse por golpes directos o caídas. Los accidentes automovilísticos pueden provocar la fractura de los huesos de la mano, a veces en varias partes, y a menudo requieren la reparación quirúrgica.

fractura de la mano

El riesgo de fracturarse la mano es mayor si haces deporte de contacto como el fútbol americano o el hockey, o si padeces un trastorno que hace que los huesos sean más delgados y frágiles (osteoporosis).

Es importante tratar la fractura de la mano tan pronto como sea posible. De lo contrario, los huesos podrían soldarse en la alineación incorrecta, lo que podría afectar tu capacidad para realizar actividades cotidianas, como escribir o abotonar una camisa. El tratamiento oportuno también ayuda a minimizar el dolor y la rigidez.

Síntomas

Una mano quebrada puede causar estos signos y síntomas:

  • Dolor intenso que puede empeorar al cerrar apretar o mover la mano
  • Hinchazón
  • Sensibilidad
  • Hematomas
  • Deformidad aparente, como un dedo torcido
  • Rigidez o incapacidad para mover los dedos o el pulgar
  • Entumecimiento en la mano o los dedos

Cuándo tienes que llamar a un médico

Si crees que podrías tener la mano fracturada, consulta con un médico de inmediato, especialmente si tienes entumecimiento, inflamación y dificultad para mover los dedos. Un retraso en el diagnóstico y el tratamiento puede impedir que la fractura sane correctamente, disminuir el rango de movimiento y reducir la fuerza de sujeción.

Factores de riesgo

Las fracturas en las manos pueden producirse por un golpe directo o una lesión por aplastamiento. Los accidentes automovilísticos pueden provocar la fractura de los huesos de la mano, a veces en varias partes, y a menudo requieren la reparación quirúrgica.

El riesgo de sufrir una fractura en la mano aumenta si practicas deportes tales como el fútbol americano, el sóccer, el rugby o el hockey. La osteoporosis, un trastorno que debilita los huesos, también aumenta el riesgo de sufrir fracturas de la mano.

Causas

Una fractura de mano tendrá su causa en un traumatismo, sea por llevarse un golpe directo o por algún tipo de aplastamiento.

Existen diversas maneras de padecer una fractura de mano, siendo los accidentes automovilísticos una de las principales causas de estas fracturas. Los deportes de contacto son también causantes de estos tipos de fracturas.

Factores de riesgo

El riesgo de sufrir una fractura en la mano aumenta si practicas deportes tales como el fútbol americano, el sóccer, el rugby o el hockey. La osteoporosis, un trastorno que debilita los huesos, también aumenta el riesgo de sufrir fracturas de la mano.

Complicaciones

Las complicaciones de una mano fracturada son poco frecuentes, pero pueden incluir las siguientes:

  • Rigidez, dolor o discapacidad continuos. La rigidez, el dolor o la molestia en la zona afectada generalmente desaparecen después de que te retiran el yeso o después de la cirugía. Sin embargo, algunas personas tienen rigidez o dolor de forma permanente. Sé paciente con tu recuperación y habla con el médico sobre los ejercicios que podrían ayudarte o para obtener una derivación para realizar terapia física u ocupacional.
  • Osteoartritis. Las fracturas que se extienden dentro de una articulación pueden causar artritis años más tarde. Si la mano comienza a doler o hincharse mucho después de un descanso, consulta a tu médico para que te evalúe.
  • Daño a los nervios o vasos sanguíneos. El traumatismo en la mano puede lesionar nervios y vasos sanguíneos adyacentes. Busca atención inmediata si experimentas entumecimiento o problemas de circulación.

Tratamientos

Existen dos opciones de tratamiento, el tratamiento conservador, que se lleva a cabo a partir de una inmovilización y tratamiento con medicamentos. En el caso de que no funcione o no sea viable, se procederá a una cirugía para repararla.

Así, si en la fractura existen huesos que no se encuentren alineados, podrían formarse huecos entre cada una de las piezas óseas y las piezas se podrían superponer. En este caso, el especialista deberá colocar estas piezas o fragmentos en su lugar a través de una reducción, siendo posible que sea necesario utilizar anestesia local o general para evitar el dolor.

No obstante, existen varias formas conservadoras de tratar la fractura de la mano:

  • Inmovilización: si se restringe el movimiento del hueso roto, se facilitará su soldadura. No obstante, para ello es posible que sea necesario utilizar un yeso o una férula inmovilizadora.
     
  • Medicamentos: con el objetivo de paliar o reducir el dolor, es posible que se indiquen o receten medicamentos de venta libre. En dolores más intensos, pueden pautarse opioides. Los AINEs pueden ayudar a aliviar el dolor, pero hacen más complicada la curación ósea. En el caso de que la fractura sea abierta, quizá sea necesario utilizar antibióticos para evitar la propagación de la infección.
  • Terapia: una vez que el yeso o la férula inmovilizadora hayan sido retirados, es posible que sea necesario enviar al paciente a realizar ejercicios de rehabilitación o una terapia física para mejorar la rigidez.
     
fractura de la mano

En casos más graves, será necesario optar por un procedimiento quirúrgico, que se llevará a cabo en los siguientes casos:
 

  • Fractura expuesta
     
  • Las partes del hueso se mueven
     
  • Existen fragmentos de hueso sueltos
     
  • La fractura ha originado daños en los ligamentos, en los nervios o en los vasos sanguíneos cercanos
     
  • La fractura se extiende o podría extenderse a una articulación

Cómo prepararte para la consulta

Es posible que primero busques tratamiento para una fractura de mano en una sala de emergencia o en una clínica de atención inmediata. Si las partes de hueso fracturado no están alineadas correctamente para permitir la curación con la inmovilización, es posible que te remitan a un médico especialista en cirugía ortopédica.

Lo que puedes hacer

Puedes elaborar una lista que incluya lo siguiente:

  • una descripción de tus síntomas y cómo, dónde y cuándo se produjo la lesión;
  • información sobre tu historia clínica y tus antecedentes familiares;
  • todos los medicamentos y suplementos nutricionales que tomas, con las dosis correspondientes;
  • preguntas que desees hacerle al médico.