La fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado acompañado por fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor porque afecta el modo en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor y de no dolor.

Síntomas

Dolor muscular

 También conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede prolongarse durante más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas partes distintas del cuerpo. El dolor en la fibromialgia tiene algunas peculiaridades como alodinia (dolor por estímulos no dolorosos), hiperalgesia (dolor mayor de lo normal en relación al estímulo doloroso) y persistencia (está presente durante más tiempo de lo normal).

Fatiga y cansancio

Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no siempre desaparecen al descasar.

Rigidez

Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades reumáticas, al igual que la fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la diferencia de otras patologías como la artritis reumatoide, la artrosis o el lupus.

En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas, sensación de hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, movimientos involuntarios, temblor y sensación de bloqueo.

Trastornos del sueño

Fibromialgia

Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas para conciliar el sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el sueño no sea reparador.

Deterioro cognitivo

Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la información, la memorización o que se exprese verbalmente de forma adecuada.

Depresión

La ansiedad y la depresión suelen estar vinculados con la enfermedad. Sin embargo, los especialistas no pueden determinar si se producen antes, como consecuencia de la enfermedad o aparece en el trascurso de la misma.

Por último, existen muchos síntomas relacionados con trastornos gastrointestinales, como el intestino irritable o la hernia de hiato, trastornos muscoesqueléticos, como el síndrome del túnel carpiano, metabólicos (hipotiroidismo) y autonómicos (mareos, vértigos, hipotensión, etcétera).

¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?

Para diagnosticar la fibromialgia, su doctor le hará varias preguntas sobre su historial médico y le practicará un examen físico. El examen físico puede descartar otras enfermedades que puedan causar dolor y fatiga crónicos.

Debido a que los síntomas de la fibromialgia son muy generales, y a menudo pueden sugerir la presencia de otras afecciones, muchas personas se someten a evaluaciones complicadas y muchas veces repetitivas, antes de que se les diagnostique con fibromialgia. Por esta razón, es muy importante consultar a un médico, tal como un reumatólogo, quen sepa diagnosticar y tratar esta condición. Si a usted no se le diagnostica con fibromialgia, el examen será normal, excepto por el hallazgo de sensibilidad difusa (sensibilidad que aparece en varias áreas del cuerpo sin una razón aparente).

Además de sensibilidad, las personas con fibromialgia también indican tener los siguientes síntomas: dificultades para dormir, agotamiento, dolores de cabeza (cefaleas) agudos, problemas digestivos y estomacales, adormecimiento e hinchazón de las articulaciones, ansiedad o depresión y cambios del dolor que se relacionan con el clima, el estrés y la actividad física.

Usualmente, una persona es diagnosticada con fibromialgia si tiene un historial clínico de dolor que se irradia en tres partes diferentes del cuerpo y que ha durado, por lo menos, tres meses. El tener estos síntomas, además de fatiga, insomnio, cefaleas, ansiedad o síntomas asociados con otros síndromes, tales como los del colon irritable o el de las piernas inquietas, puede orientar hacia el diagnóstico correcto.

No existen pruebas de laboratorio o rayos X que ayuden al doctor a diagnosticar la fibromialgia. No obstante, los exámenes de laboratorio pueden colaborar en el diagnóstico de otros problemas médicos que presentan síntomas similares a este síndrome. Por ejemplo, una glándula tiroidea subactiva (hipotiroidismo) causa muchos síntomas parecidos a los de la fibromialgia. El médico puede solicitar un análisis de sangre simple para determinar si un paciente padece de un problema tiroideo.

Causas

Se han descrito casos de fibromialgia que comienzan después de procesos puntuales, como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, la separación matrimonial, un problema con los hijos…

En otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida limite la calidad de vida del enfermo (artritis reumatoide, lupus eritematoso…).

Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.

Aunque aún no se sabe con certeza, es probable que una respuesta anormal a los factores que producen estrés desempeñe un papel muy importante en esta enfermedad.

Se han detectado en el sistema nervioso de personas con fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la serotonina).

Tratamientos

Para abordar de forma correcta la fibromialgia, es necesario comprender la situación bio-psico-social de cada persona, así como trazar un correcto plan de desarrollo de la terapia con un punto de vista multidisciplinar.

Terapias

Las terapias que se suelen emplear son:

Nutrición. Hay varios planes de alimentación que se orientan al síndrome de sensibilización central, como las dietas:

Antioxidantes

Alcalinizantes

Antiinflamatorias

Sin gluten

Psicología y psicofarmacología, que son una parte fundamental. Conocer la fibromialgia, administrar el estrés y ajustar las costumbres consigue abordar globalmente los efectos de la fibromialgia. Es necesario que esta terapia sea individualizada y, por eso, variará según los síntomas y la personalidad de cada persona.

La fisioterapia consigue efectos en el sistema nervioso, muscular y articular. Las irregularidades del tono muscular se tratan a través de procedimientos manuales, movimientos personalizados y reeducación de la postura.

Acupuntura médica. Se recomienda como primera línea terapéutica por sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias, ansiolíticas y antidepresivas. Actúa como neuromodulador que ayuda a la desensibilización del sistema nervioso central y a aliviar los síntomas de la fibromialgia.

Cambios en el estilo de vida

Reduce el estrés. Tratar de relajarse y controlar la ansiedad ayuda a aliviar los síntomas de la fibromialgia. Trata de realizar ejercicios de respiración y meditación.

Duerme bien. Trata de establecer una rutina para que tu organismo se acostumbre y le saque el jugo a las horas de descanso.

Haz ejercicio. El ejercicio frecuente disminuye los síntomas, pese a que al principio pueda incrementar el dolor. Caminar, nadar, ir en bicicleta, son opciones válidas, pero siempre antes de realizarlos, pregúntale a tu médico.

Come saludable. Mantener el peso en niveles adecuados puede contribuir a bajar el dolor y a controlar la ansiedad. Disminuye la ingesta de cafeína, el alcohol, y no fumes.