El trastorno explosivo intermitente supone episodios repentinos y repetidos de conductas impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales agresivos en los que reaccionas con demasiada exageración para la situación. La violencia vial, el maltrato intrafamiliar, lanzar o romper objetos u otros berrinches temperamentales pueden ser signos del trastorno explosivo intermitente.

Estos arrebatos intermitentes y explosivos te provocan una gran angustia, tienen un impacto negativo en tus relaciones, en el trabajo y en la escuela, y pueden tener consecuencias legales y financieras.

El trastorno explosivo intermitente es un trastorno crónico que puede continuar durante años, aunque la gravedad de los arrebatos puede disminuir con la edad. El tratamiento supone la administración de medicamentos y psicoterapia para ayudarte a controlar los impulsos agresivos.

Síntomas

El trastorno explosivo intermitente se caracteriza principalmente por erupciones explosivas, las cuales ocurren repentinamente.

Por lo general no hay advertencias que indiquen que se presentará una erupción explosiva, y esta suele durar menos de treinta minutos.

También es importante saber que los episodios pueden ocurrir frecuentemente, o se pueden dar por semanas y hasta meses de separación.

El trastorno explosivo intermitente

Entre los episodios de agresión física se producen arrebatos verbales que son menos graves. Y en general hay presencia de impulsividad, irritabilidad, agresión o enojo, todo esto de manera crónica.

Para comprender mejor los síntomas se dividen en dos tipos: episodios graves y arrebatos verbales y conductuales.

En el caso de los episodios graves se dan los siguientes síntomas, que pueden aparecer antes o después de los episodios:

  • Ira
  • Irritabilidad
  • Aumento de energía
  • Pensamientos acelerados
  • Hormigueo
  • Temblores
  • Palpitaciones
  • Opresión en el pecho

En cuanto a los arrebatos verbales y conductuales son sobredimensionados, y la persona que padece el trastorno no piensa en las consecuencias, los síntomas son:

  • Rabietas
  • Diatribas
  • Discusiones acaloradas
  • Gritos
  • Bofetadas, sacudidas o empujones
  • Peleas físicas
  • Daños materiales
  • Amenazas o agresiones a personas o a animales

Por otra parte, hay que estar consciente de que después del episodio se puede presentar una sensación de cansancio o de alivio. A lo que le siguen sentimientos de vergüenza o arrepentimiento, incluso se puede llegar a sentir remordimiento.

Cuándo debes consultar con un médico

Si reconoces tu propio comportamiento en la descripción del trastorno explosivo intermitente, habla con el médico sobre las opciones de tratamiento o pídele que te derive a un profesional de salud mental.

Causas

El trastorno explosivo intermitente puede comenzar en la infancia, después de los 6 años o durante la adolescencia. Es más frecuente en adultos jóvenes que en adultos mayores. Se desconoce la causa exacta del trastorno, pero probablemente se deba a una serie de factores ambientales y biológicos.

  • Entorno. La mayoría de las personas con este trastorno crecieron en familias donde el comportamiento explosivo y el abuso verbal y físico eran comunes. Estar expuesto a este tipo de violencia a una edad temprana aumenta las posibilidades de que estos niños exhiban los mismos rasgos a medida que maduran.
  • Genética. Quizás exista un componente genético que provoque que el trastorno se transmita de padres a hijos.
  • Diferencias en cómo funciona el cerebro. Es probable que existan diferencias en la estructura, la función y la química del cerebro en las personas con trastorno explosivo intermitente en comparación con las personas que no sufren el trastorno.

Factores de riesgo

Estos factores aumentan el riesgo de tener un trastorno explosivo intermitente:

  • Antecedentes de maltrato físico. Las personas que sufrieron maltrato de niños o que tuvieron episodios traumáticos múltiples presentan un mayor riesgo de padecer un trastorno explosivo intermitente.
  • Antecedentes de otros trastornos de salud mental. Las personas que sufren un trastorno de personalidad antisocial, un trastorno límite de la personalidad u otro trastorno con conductas disruptivas, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), tienen un mayor riesgo de padecer también el trastorno explosivo intermitente.

Complicaciones

Las personas que padecen trastorno explosivo intermitente tienen un mayor riesgo de tener lo siguiente:

  • Relaciones personales afectadas. A menudo, otras personas creen que están siempre enojados. Es posible que tengas peleas verbales frecuentes o que haya un maltrato físico. Estas acciones pueden provocar problemas en las relaciones, divorcios y estrés familiar.
  • Problemas en el trabajo, en casa o en la escuela. Otras complicaciones del trastorno explosivo intermitente pueden ser la pérdida del trabajo, la suspensión de la escuela, accidentes automovilísticos, problemas financieros o problemas legales.
  • Problemas de estado de ánimo. Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, a menudo ocurren con el trastorno explosivo intermitente.
  • Problemas de consumo de alcohol y otras sustancias. Los problemas de droga y de alcohol ocurren generalmente junto con el trastorno explosivo intermitente.
  • Problemas de salud física. Son más frecuentes las afecciones médicas, entre ellas, presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, úlceras y dolor crónico.
  • Autoinfligirse daños o lesiones. Algunas veces, se producen lesiones intencionales o intentos de suicidio.

Diagnóstico

A fin de determinar un diagnóstico de trastorno explosivo intermitente y de descartar otras enfermedades físicas u otros trastornos mentales puedan estar causando los síntomas, el médico tal vez haga lo siguiente:

  • Realizar un examen físico. El médico intentará descartar problemas físicos o el consumo de sustancias que podrían estar contribuyendo a tus síntomas. Es posible que el examen incluya análisis de laboratorio.
  • Hacer una evaluación psicológica. El médico o profesional de la salud mental te hablarán de tus síntomas, pensamientos, sentimientos y patrones de comportamiento.
  • Usar los criterios de DSM-5. El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), a menudo es utilizado por los profesionales de la salud mental para diagnosticar trastornos mentales.

Tratamiento

No existe un único tratamiento que sea el mejor para todos las personas con trastorno explosivo intermitente. El tratamiento generalmente incluye psicoterapia y medicamentos.

Psicoterapia

El trastorno explosivo intermitente

Las sesiones de terapia individual o grupal enfocadas en desarrollar habilidades pueden ser útiles. La terapia cognitivo-conductual, un tipo de terapia que se utiliza con frecuencia, ayuda a las personas con trastorno explosivo intermitente a:

  • Identificar qué situaciones o comportamientos pueden provocar una respuesta agresiva
  • Aprender cómo manejar la ira y controlar de respuestas inapropiadas utilizando técnicas como la relajación, pensar de manera diferente acerca de las situaciones (reestructuración cognitiva) y aplicar habilidades de comunicación y resolución de problemas.