El Eneldo es una hierba aromática de la familia de las Apiaceae. Originaria de la cuenca del Mediterráneo y Asia Menor, y utilizada por las primeras civilizaciones de la humanidad, actualmente se cultiva en casi todo el mundo. Es una planta anual que no llega al metro de altura, florece en los meses de verano, con grandes umbelas amarillas en las que se alojan sus semillas ricas en aceites esenciales.

El eneldo crece silvestre en suelos sin cultivar, era muy apreciada en el antiguo Egipto como planta medicinal, también hay constancia de su valor terapéutico y culinario en la antigua Grecia y Roma. El eneldo recibe también otros nombres como hinojo fétido o hediondo, aneto, anís falso, anetaverón… guarda cierta similitud con el hinojo y el anís precisamente por su aroma y sabor anisado.

Origen

Su antiquísimo origen tiene lugar en la cuenca del mar Mediterráneo y Asia menor. Es en esta zona del mundo donde comienza la maravillosa historia de este ingrediente.

Los egipcios eran asiduos consumidores del eneldo, planta que valoraban por su efecto calmante y medicinal, utilizándola también como ajuar en momificaciones de personalidades importantes de la sociedad. Curiosamente, se han descubierto rastros de ramas en la tumba del faraón egipcio Amenhotep II, muerto en el año 1400 a.C. y cuya tumba fue descubierta en el 1898 por el arqueólogo Victor Loret, en la famosa necrópolis del Valle de los Reyes.

El Eneldo:

Siglos más tarde, gracias a los movimientos comerciales de griegos y romanos, empezó a extenderse por todo el Mediterráneo occidental. Su difusión lo llevó a transformarse en una planta aromática muy popular entre las legiones del Imperio Romano, siendo utilizada como calmante de heridas y quemaduras durante las batallas. Además, en las altas esferas sociales, era considerado un símbolo de prosperidad y riqueza.

Todas estas propiedades terapéuticas fueron trasmitiéndose a través de los siglos, de generación en generación, y dieron lugar a una serie de mitos y leyendas que, en tiempos de la Edad Media, le confirieron un papel protagonista en la cultura supersticiosa de la época. Era habitual realizar infusiones con sus hojas para evitar el mal de ojo. 

De hecho, tan convencidos estaban de su capacidad para espantar a la mala suerte, que en algunas zonas de Europa septentrional como en la Inglaterra medieval, era costumbre colgar pequeños ramos en las puertas de los hogares para ahuyentar a los malos espíritus.

Beneficios

Facilita la digestión

El eneldo es bueno para combatir flatulencias (es carminativo), antiespasmódico, y antidispéptico, en resumen, vuelve las digestiones livianas y evita molestias estomacales.

Diurético

Es un excelente diurético natural que ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo y tomarlo.

Refuerza el sistema inmunológico

El eneldo fresco es rico en vitamina C, por lo que nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico y prevenir resfriados.

Alivia los dolores menstruales

Atenúa espasmos uterinos y dolores de la menstruación (cólico).

Calma las hemorroides

Las infusiones de eneldo ayuda a calmar el dolor que producen las hemorroides.

Usos del eneldo en la cocina

Tiene un gusto decididamente fresco y cítrico, con matices herbáceos y dulzones. Este sabor tan característico le hace un fiel aliado a la hora de aderezar pescados y carnes blancas del gusto suave.

Puede consumirse en su forma fresca, agregado a diferentes preparaciones culinarias; o en infusión, preparándolo como un té de hierbas tibio, tras haber dejado secar sus hojas.

Recetas

Delicias de atún con eneldo

Ingredientes

  • 500 g de Atún fresco muy picado
  • 1 rebanadas de Pan de molde remojada en leche
  • Un Huevos
  • 1 diente de Ajo
  • 2 cc de Eneldo
  • 0.5 ud de Cebolletas muy picadita
  • 1 pizca de Mostaza
  • Harina
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen
  • Pimienta

Preparación

En un mortero majar el diente de ajo con la mitad de eneldo fresco.

Mezclamos el majado con la carne muy picada del atún (podemos usar un accesorio picador para darle esa textura) y el huevo y salpimentamos.

Añadimos el huevo batido, el pan remojado en leche, la pizca de mostaza y media cebolleta muy picadita

Mezclamos con las manos bien limpias hasta que se repartan bien todos los ingredientes.

Formamos unas bolitas que aplastamos, como si fueran filetes rusos

Los freímos en aceite caliente hasta dorar.

Sacamos sobre papel de cocina y los servimos con unas ramitas de eneldo.

Tarta de salmón y eneldo

El Eneldo:

Ingredientes

  • 500 gr de salmón
  • 1 puerro
  • 1 cebolleta
  • Un manojo de eneldo
  • 3 huevos
  • 100 gr de queso de cabra
  • 300 ml de nata
  • aceite de oliva
  • sal
  • pimienta
  • Para la masa de quiche:
  • 350 gr de harina
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 huevo
  • sal
  • pimienta
  • harina para estirar la masa
  • Para la ensalada:
  • hojas de rúcula
  • Unas hojas de canónigos
  • hojas de berros
  • germinados de cebolla
  • vinagreta

Preparación

Para la masa, trocea la mantequilla que debe estar a temperatura ambiente y móntala con la batidora de varillas. Agrega la harina poco a poco, el huevo, salpimienta y sigue amasando hasta que quede una masa homogénea. Espolvorea harina sobre una superficie y amásala con las manos. Deja que repose durante 1 hora aproximadamente.

Vuelve a espolvorear la superficie con harina y estira la masa con un rodillo. Forra un molde redondo, retira las esquinas sobrantes, coloca un papel de horno y cubre con garbanzos (para que la masa no suba). Hornea a 190º C., durante 12 o 14 minutos.

Pica el puerro y la cebolla, pónchalos en un sartén con un chorro de aceite a fuego suave. Trocea el salmón, añádelo al pochado y salpimienta. Corta el eneldo y agrégalo.

Casca un huevo en un bol, salpimienta y mézclalos con nata. Incorpora el salteado sobre la masa horneada , agrega unos dados de queso y cubre con huevo y nata.

Introduce la tarta al horno a 180 grados por 18 minutos, prepara la ensalada con rucula, los canónigos los berros, unos germinados de cebolla y aliña con la vinagreta. Sirve la tarta y acompaña la ensalada.