Automasaje: El estrés es una reacción fisiológica que genera tensión emocional y física.  Esta condición se puede observar con mucha frecuencia en la actualidad, ya que las personas se desenvuelven en un mundo donde predominan constantes actividades y responsabilidades como el trabajo, labores del hogar, eventos personales, entre otros. Por lo tanto, hay que aprender a manejarlo de manera tal que no genere mayores contratiempos.

El automasaje es una herramienta bastante factible, para aquellas personas que no tienen tiempo para asistir a un masajista profesional. Es un método que trae muchos beneficios para la salud mental y física y, por lo tanto, ayuda a disminuir los niveles de estrés.

Existen algunos ejercicios frecuentes que se pueden ejecutar, con el objetivo de liberar la tensión muscular que puede estar causando dolor o molestia. A continuación, se detallarán los beneficios del automasaje y de qué manera se pueden aplicar algunos ejercicios frecuentes y obtener excelentes resultados.

Beneficios

Con el mundo en un fluir continuo, a todos nos viene bien relajarnos un poco. Piensa en la última vez que te dieron un masaje. Probablemente, notaste que se relajaba la tensión y a lo mejor te dio un subidón de energía.

  • Mejora conocimiento del cuerpo
  • Mejor dominio de las técnicas básicas
  • Relajación
  • Descontractura
  • Da alivio
  • Mejora la sensibilidad manual

Recomendaciones generales

  • Las técnicas se ejecutan a lo largo del curso de las vías venosas y linfáticas para favorecer el retorno venoso.
  • Los músculos deben estar relajados.
  • La piel debe estar limpia.
  • Se debe tomar la posición adecuada. La más recomendada es la posición de sedente en cama.
  • No se debe durar mas de 25 0 30 minutos para evitar la fatiga.
  • Se trabaja de manera lenta y sin provoca dolor.
  • Se debe acompañar de ejercicios de respiración.

Indicaciones

  • Dolor agudo
  • Estrés
  • Contracturas
  • Dolor articular
  • Cuando se requiera favorecer  el retorno venoso
  • En atletas

Aliviar la tensión en la espalda

Las malas posturas, un esfuerzo imprevisto o la tensión laboral pueden provocarnos dolor de espalda o también contracturas musculares -comúnmente llamadas nudos-. Para aliviar esta tensión, puedes hacer un sencillo ejercicio con una pelota pequeña y una silla que te llevará sólo unos minutos.

Coloca la pelota entre tu espalda y el respaldo de la silla y mueve tu cuerpo hacia arriba y hacia abajo, y luego efectúa movimientos circulares. Repite estos mismos movimientos en diferentes áreas de tu espalda, evitando la espina dorsal.

Aliviar la tensión en cuello y nuca

El dolor que sentimos en el cuello puede ser leve o extremadamente molesto. Si el tuyo es el segundo caso, te recomendamos acudir a un especialista para descartar una afección médica grave.

En la mayoría de casos la rigidez de nuca y el dolor de cuello se curan con rapidez, y sus causas más comunes son dormir en una posición que distiende los músculos, heridas deportivas por girar la cabeza con rapidez -en la natación es muy común-, una mala postura ante la pantalla o estrés excesivo. A continuación, te describimos un ejercicio para aliviar este tipo de molestias, que puedes realizar tanto sentado como de pie:

Pasa el brazo derecho por delante del pecho y apoya la mano sobre la nuca. A continuación, inclina la cabeza en dirección al hombro opuesto y desliza los dedos hacia abajo por la línea imaginaria entre la base de la cabeza y el hombro.

Repite varias veces, y efectúa el mismo ejercicio, ahora con el brazo izquierdo. Ahora pon las muñecas en la base del cuello y coloca los dedos a ambos lados de la columna. Masajea los músculos con la yema, tira hacia arriba y presiona con los dedos. Repite en cuello y hombros. Da pequeños pellizcos alrededor de la nuca, y luego estira los músculos de la zona mientras aplicas presión con las palmas y los dedos. Repite. Para terminar, presiona hacia abajo desde la base de la cabeza hasta la parte final de la nuca. Repite.

Auto masaje facial

El masaje facial es una técnica que busca estimular el tejido cutáneo dérmico y muscular para que conserve su elasticidad y firmeza, pero a la vez lograr que el rostro luzca más relajado y radiante. Para la siguiente técnica, te recomendamos hidratar la piel con cremas para conseguir un mejor deslizamiento.

Desliza los dedos sobre tu rostro, hacia arriba, tanto en movimientos rectos como en movimientos circulares. Repite. Luego, desde el centro de tu frente, masajea hacia fuera en dirección a la sien con la palma de la mano. Repítelo, y posteriormente presiona ligeramente sobre tu frente con las manos. Para el contorno de los ojos, da golpes delicados con las yemas de los dedos sobre el hueso, siguiendo el contorno de tu mirada. Repite.

A continuación, masajea tu nariz dibujando círculos hacia arriba con las yemas de los dedos alrededor de las aletas. Repite el movimiento. Y, ya para terminar, date suaves palmaditas en el rostro.
Puedes combinar tu masaje facial con un masaje de cuello, efectuando movimientos sin presión hacia arriba con las yemas, las palmas o los nudillos. 

Masajea los tobillos hinchados

La causa más común de hinchazón en piernas y especialmente tobillos es la mala circulación. Para aliviar esta hinchazón, es recomendable acostarse y elevar las piernas por encima del nivel del corazón, sin embargo, para todos aquellos que no somos contorsionistas, es mucho más práctico masajear la zona para así favorecer la circulación sanguínea. Puedes hacerlo siguiendo los siguientes pasos:

Siéntate en una silla, de manera que las rodillas estén dobladas y te permitan alcanzar los tobillos, y apoya las plantas contra el suelo. Primero la pierna derecha. Realiza movimientos lentos hacia arriba con las palmas desde el pies hasta la rodilla. Repite, y realiza este mismo movimiento con la pierna izquierda.

A continuación, haz movimientos circulares con los dedos alrededor del tobillo, en el sentido de las agujas del reloj. Repite varias veces, y ahora realiza este mismo movimiento en sentido contrario. Después, con los dedos, haz pequeños movimientos como si amasaras alrededor de los tobillos. Puedes realizarlo en los dos tobillos al mismo tiempo. Repite

Para terminar, sujeta el tobillo derecho con la mano y presiona ligeramente el tendón de Aquiles con la punta de los dedos. Sube y baja la mano desde el talón hasta el inicio de la pierna en esa misma posición. Repite con el tobillo izquierdo.